El ataque marca una escalada en los bombardeos israelíes en Líbano, que han causado más de 2,300 muertos en un año de hostilidades.
Este lunes, Israel bombardeó por primera vez una zona de mayoría cristiana en el norte de Líbano, en la localidad de Aitou, cerca de Trípoli, causando la muerte de al menos 18 personas. Este ataque marca un cambio en la campaña de bombardeos de Israel, que previamente se había concentrado en áreas de mayoría chií en el sur y este del país.
La Cruz Roja Libanesa acudió al lugar con siete ambulancias para evacuar a los fallecidos y trasladar a cuatro heridos a hospitales de la zona. Hasta el momento, no se han revelado las identidades de las víctimas.
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Este bombardeo eleva la cifra total de muertos a 2,309 desde que estalló la violencia entre Israel y el grupo chií Hezbolá en octubre de 2023. Según los medios locales, aproximadamente 1,500 de estas muertes ocurrieron tras el inicio de una campaña de bombardeos masivos israelíes en septiembre de 2024.
El Gobierno libanés ha calificado los ataques israelíes de “indiscriminados”, lo que ha causado el desplazamiento de alrededor de 1.2 millones de personas. Estas acusaciones se vieron reforzadas después de que un proyectil israelí impactara cerca de un convoy de ayuda humanitaria en Al Ain, Baalbek, hiriendo a uno de los conductores.
En respuesta, Hezbolá lanzó una serie de ataques contra una base naval israelí cerca de Haifa y un cuartel militar en Netanya, después de reivindicar la muerte de cuatro soldados israelíes en un ataque con drones. El grupo chií también anunció que ha frustrado varios intentos de infiltración por parte de soldados israelíes a lo largo de la frontera sur del Líbano.
Las hostilidades entre Israel y Hezbolá continúan intensificándose, mientras la población civil libanesa sigue sufriendo las consecuencias devastadoras del conflicto.
