El pasado 7 de octubre se cumplió un año de que Hamás asesinó a mil 205 personas en Israel y secuestró a otras 251 para tomarlas como rehenes. A partir de ahí han muertos unos 42 mil palestinos en la respuesta del Estado hebreo y otros casi dos millones han sido desplazados.
Asimismo, ante los llamados internacionales a la paz, el escritor explicó: “El régimen de Joe Biden y Kamala Harris es incondicional a Israel y no harán nada para detener la guerra más allá de declaraciones vacías”.
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Un ejemplo sobre incidentes contra organizaciones de apoyo humanitario es el de la muerte de siete integrantes de World Central Kitchen en abril pasado, tras ataques de las Fuerzas de Defensa Israelíes, que aceptaron haber cometido un “grave error” ante dichos asesinatos. Sobre estas y otras situaciones, como la muerte de civiles en Gaza, Cisjordania y Líbano, Naief Yehya añadió: “El régimen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha visto su impunidad premiada y recompensada con miles de millones de dólares por lo que aprovechará para seguir extendiendo su guerra y genocidio.”
Netanyahu atravesaba una crisis política previo a la guerra, dado que la sociedad lo tildaba de dictador por reformas que impulsaba para fortalecer al Poder Ejecutivo, representado en él y disminuir las capacidades del Poder Judicial israelí.
Dicha crisis se ha mantenido ahora por su incapacidad para liberar a los rehenes; sobre ello, el autor de libros como Guerra y propaganda: medios masivos y el mito bélico en EU explicó: Netanyahu primero actúa para su supervivencia política, era un líder seriamente lesionado, pero ha buscado cobijo en la extrema derecha y los grupos de colonos fundamentalistas.
