El retrato presidencial de AMLO, hecho por el yucateco Jorge Ermilo Espinosa, tiene una característica muy importante
Andrés Manuel López Obrador plasmó en su retrato presidencial uno de sus mantras más característicos de su vida en la política: Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada.
“No puedo dejar de decir que me voy muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos, mujeres, hombres, cosa que agradezco de todo corazón. Me dediqué a servir al pueblo. Me siento muy orgulloso, muy contento, que atendimos a todos, pero le dimos preferencia a los más necesitados”, dijo en su última conferencia de prensa en Palacio Nacional ante muchos de los periodistas que lo acompañaron durante su sexenio.
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López Obrador explicó que la galería cuenta con los cuadros de todos los presidentes que ha tenido México en sus más de 200 años como nación independiente, con la excepción de “uno o dos que seguramente antes no encontraron sus retratos, no los pudieron pintar”.
El mandatario explicó a los reporteros que para la creación de su retrato (un óleo sobre lineo de 1.35 por 2.25 metros), solo hizo una recomendación: Que él estuviera acompañado del pueblo de México.
Añadió que en el cuadro se observa la Torre Latinoamericana con la fecha 15 de septiembre de 2024, esto en referencia al Grito de Independencia de hace dos semanas que también fue su última ceremonia pública masiva como presidente de la República. En el retrato, el Zócalo aparece lleno del pueblo de México. López Obrador dijo que la plancha del Zócalo fue su “principal plaza”, esto en referencia a todos los informes de Gobierno que dio durante su sexenio.
El titular del Ejecutivo también aparece sosteniendo el bastón de mando (que pasó a la presidenta electa en 2023) mientras se recarga en el balcón del Zócalo.
López Obrador dijo que su cuadro tiene de ‘vecino’ al del expresidente Enrique Peña Nieto y ya tiene un espacio apartado para el de Claudia Sheinbaum, quien mañana tomará protesta como la primera presidenta en la historia de México.
Jorge Ermilo Espinosa, autor de la obra, consideró que la pose en el balcón de Zócalo no rompe con la solemnidad de los cuadros presidenciales y resalta la cercanía que López Obrador trató de tener con el pueblo de México durante su mandato.
“El presidente no posó para la pintura, posó para la sesión de fotos que yo le hice, esa sesión fue bastante amplia. Ya tenía yo previamente meses trabajando, ya tenía la idea muy clara, entonces fue más o menos rápido”, dijo a medios de comunicación.
Jorge Ermilo Espinosa, originario de Yucatán, se dijo “honrado y contento” por haber colaborado en la creación del cuadro pues explicó que Ermilo Torre Gamboa, su abuelo, retrató a varios gobernadores de su natal Yucatán y ‘se quedó con las ganas’ de pintar a un presidente de la República.