El Museo Francisco Cossío: De Residencia Familiar a Monumento Cultural de San Luis Potosí

Por: Joel de Alba

El antiguo palacete familiar, ahora un referente cultural, alberga más de un siglo de historia arquitectónica y artística que sigue cautivando a visitantes locales e internacionales.

El Museo Francisco Cossío, ubicado en el Barrio de Tequisquiapan, es un símbolo del legado cultural y artístico de San Luis Potosí. Este icónico edificio, que inicialmente fue la residencia de la prominente familia Meade, ha tenido múltiples transformaciones antes de convertirse en uno de los museos más destacados del estado y del país. Su historia, rica en acontecimientos, se remonta a su construcción, iniciada en 1905 y concluida en 1922, bajo la dirección del ingeniero Joaquín Meade Sainz Trápaga. La edificación se distingue por su estilo ecléctico francés, una muestra del gusto refinado de la época y de la influencia europea en la arquitectura de la región.

El inmueble, que alguna vez ocupó cinco hectáreas de terrenos con jardines, lago, piscina y una cancha de tenis, fue utilizado como residencia presidencial durante el mandato de Lázaro Cárdenas. Posteriormente, funcionó como el Hotel Vista Hermosa y albergó las escuelas Luis de Velasco y Patria. No fue hasta 1969, durante el gobierno de Antonio Rocha Cordero, que la finca fue adquirida por el estado para darle un nuevo propósito como casa de la cultura. Bajo la modernización de los arquitectos Francisco Javier Cossío Lagarde e Ignacio Algara, el espacio fue adaptado para convertirse en un centro de expresión artística y cultural, siendo inaugurado como la Casa de la Cultura el 20 de noviembre de 1970.

El museo alberga una vasta colección de arte, que incluye desde piezas arqueológicas hasta arte contemporáneo, conformada en gran parte gracias a donaciones de familias potosinas y préstamos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Entre las piezas más representativas se encuentran una cabeza huasteca, que destaca por su importancia en la arqueología mesoamericana, y el piano de patente «Sonido 13» del compositor Julián Carrillo, un innovador que revolucionó la teoría musical a nivel mundial.

Además de las exposiciones permanentes, que incluyen colecciones de arte sacro, arte popular y mobiliario de diversas épocas, el Museo Francisco Cossío cuenta con una sala dedicada a la obra del pintor potosino Germán Gedovius, así como importantes colecciones documentales, fotográficas y cartográficas, distribuidas en tres bibliotecas especializadas que son un recurso invaluable para investigadores y estudiosos de la historia potosina.

El museo, catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) bajo el registro I-0012404020, sigue siendo una pieza clave en la conservación del patrimonio cultural de la región. En reconocimiento a la dedicación y esfuerzo del arquitecto Francisco Javier Cossío Lagarde, quien dirigió la institución hasta su fallecimiento, en 2005 el Congreso del Estado decidió renombrar la Casa de la Cultura como Museo Francisco Cossío.

Hoy en día, este recinto se ha consolidado como un espacio que trasciende el ámbito museístico tradicional, con actividades que abarcan talleres de arte, conferencias, seminarios y eventos culturales que continúan nutriendo la vida intelectual y artística de San Luis Potosí. En sus nueve salas de exposición, el visitante puede disfrutar tanto de las exposiciones permanentes como de las temporales, que ofrecen un recorrido diverso por la historia del arte mexicano e internacional.

El Museo Francisco Cossío no solo es un refugio para el arte y la cultura, sino también un testimonio de la transformación de San Luis Potosí a lo largo de los siglos. Su historia, reflejada en cada rincón de sus paredes, jardines y salas, invita a todos los visitantes a explorar la rica herencia cultural que ha definido a la ciudad.

Con un horario accesible para todo el público, de martes a sábado de 11:00 a 20:00 horas y los domingos de 10:00 a 14:00 horas, este museo sigue siendo un lugar imperdible tanto para los ciudadanos locales como para los turistas que buscan sumergirse en el arte y la historia de San Luis Potosí.