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Cuando se trata de fomentar la salud y el bienestar de nuestros hijos, no hay duda de que los pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. Toda la familia tiene un papel vital en esta tarea, ya que con el ingenio y determinación de cada integrante del hogar es posibleimplementar prácticas simples pero efectivas.
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No se trata de imponer complicadas rutinas de ejercicio, sino más bien de adoptar consejos cotidianos que se ajusten a nuestro estilo de vida. Aquí encontrarás algunas sugerencias prácticas que puedes incorporar fácilmente en tu día a día. ¡Descúbrelos, pruébalos y observa cómo tus hijos disfrutan de una vida más activa y saludable!
Cambia el tiempo frente a las pantallas por momentos de lectura
No es nuestra intención juzgar ni sugerir una completa desconexión digital, pero creemos firmemente en los beneficios de evitar las pantallas durante al menos los últimos 60 minutos antes de ir a dormir. La luz azul, los cortes rápidos y los colores brillantes pueden activar la mente de los niños (y de los adultos también) justo cuando necesitan calmarla. Esta práctica no solo promueve una mejor salud y bienestar, sino que también prepara el escenario para una noche de sueño reparador.
Leer una historia antes de dormir no solo cambia el tiempo frente a las pantallas por un momento de calidad, sino que también ayuda a los niños a descansar mejor, lo que se traduce en un día más productivo y menos agotador mañana.
Invita a los niños a ayudar en el jardín
Si tienes la fortuna de contar con un jardín o un espacio verde, involucrar a los niños en las tareas de jardinería puede ser una excelente manera de mantenerlos activos sin que lo noten. Pasarán tiempo al aire libre, se moverán y al tener la oportunidad de contribuir al cuidado del jardín experimentarán un sentido de logro y orgullo, algo que querrán compartir con sus amigos.
Asigna pequeñas responsabilidades que los hagan sentir orgullosos
Involucrar a los pequeños en tareas simples y cotidianas puede fomentar su movilidad y romper la tentación de simplemente sentarse frente a la televisión después de la escuela. Tareas como reciclar, recoger el correo, regar las plantas o ayudar con las labores del hogar son ejemplos perfectos.
A medida que crecen, pueden asumir responsabilidades más grandes, lo que les permite desarrollar habilidades y una sensación de independencia. ¡Y no escatimes en elogios! Reconocer su esfuerzo y contribución los motivará a seguir moviéndose y participando de manera activa en las tareas diarias.
Fomenta la actividad física en el camino hacia la escuela
Aunque no todos viven lo suficientemente cerca de la escuela como para caminar o ir en bicicleta, si tienes la oportunidad de hacerlo, ¡aprovéchala! Salir un poco antes y prepararse con rapidez por la mañana puede parecer un desafío, pero los resultados valen la pena.
Incorporar ejercicio en la rutina matutina no solo promueve la actividad física, sino que también despierta a los niños para enfrentar el día con energía y alerta. Además, ayuda a liberar hormonas que los preparan para el día que tienen por delante.
Anima a los niños a practicar deportes que disfruten
Durante los fines de semana, reserva tiempo para practicar deportes en familia. Jugar al fútbol en el parque, nadar o correr poco pueden ser excelentes opciones. Esta actividad no solo promueve un estilo de vida activo, sino que también fortalece los lazos familiares.
La importancia del estiramiento
No todos los ejercicios tienen que ser intensos o al aire libre. Una rutina simple de estiramiento por la mañana o por la noche puede mejorar la flexibilidad, reducir el riesgo de lesiones y aliviar el estrés acumulado en los músculos. Además, proporciona a los niños una forma proactiva de abordar el estrés y la tensión, mejorando así su bienestar general.
Enseñemos con el ejemplo
Los adultos también enfrentamos dificultades para mantenernos activos. Quedarnos despiertos hasta tarde navegando en redes sociales o jugando en un casino en línea antes de dormir no nos ayuda a comenzar el día con energía, entonces, ¿por qué no intentar formar nuevos hábitos juntos?
Al incorporar estas prácticas simples pero efectivas en la vida diaria de nuestra familia, estamos sentando las bases para un estilo de vida saludable y activo que perdurará a lo largo de los años. Cada pequeña acción cuenta, y al involucrar a los niños en actividades físicas y responsabilidades cotidianas, no solo estamos fomentando su desarrollo físico, sino también fortaleciendo su confianza, independencia y bienestar emocional.