Se pusieron frente a frente por última vez antes de subirse al cuadrilátero este sábado
Saúl “Canelo” Álvarez no cumplió con su promesa de acabar con Edgar Berlanga por la vía del nocaut, aunque logró quedarse con el triunfo por decisión unánime, algo que no se esperaba, pero que sirvió para que los asistentes a la T-Mobile Arena se quedaran con un grato sabor de boca.
Los jueces reflejaron en sus tarjetas la clara supremacía del mexicano (117-110. 118-109. 118-109), quien retuvo sus títulos mundiales de las organizaciones AMB, OMB y CMB, en otro enfrentamiento fácil, por más que su oponente se mostró como un guerrero.
Canelo soltó su furia pronto Si bien el inicio del encuentro fue taciturno y con dos oponentes analizándose sin dejar huecos que pudieran resultar contraproducentes, a partir del tercero empezó a inclinarse precisamente por un descuido del boricua.
Mientras Saúl avanzaba, Berlanga bajó la guardia derecha y esa fracción de segundo fue aprovechada por el Canelo para soltarle un izquierdazo que lo mandó a la lona.
El retador se paró pronto, no quiso respirar y eso casi provocó el nocaut. Ese golpe fue un chispazo que sirvió para detonar el enfrentamiento, pero también para sacar la furia de Saúl, cada vez más decidido en acabar con su oponente con rapidez, algo que hizo que también su oponente reaccionara y se desatara una interesante batalla. Berlanga no pudo oponer resistencia
Ahí fue cuando la mayor calidad del Canelo se hizo notar, porque recorrió el ring con total seguridad para evitar ser conectado e inquietar a un oponente que empezó a notarse nervioso y que ya no tuvo forma de contrarrestar, al grado de tratar de ensuciar con golpes bajos o la cabeza.
Ese nerviosismo fue un dulce para el monarca, quien siguió golpeando tanto con jabs como con uppers poderosos que entraron bien, aunque con eso no pudo acabar pronto el enfrentamiento, lo que llevó a que tuvieran que ir a las tarjetas, donde Canelo retuvo.