Padres de familia denuncian que Alejandro Zermeño da anuencia a la directora del Centro de Idiomas, Marcela López Cervantes de hacer negocio con los cuadernos, forzando a estudiantes a comprarlos
La directora del Centro de Idiomas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Marcela López Cervantes, tiene años con el negocio de libros de inglés dentro de la institución, con anuencia del rector Alejandro Zermeño Guerra, quien está enterado y se ha vuelto cómplice, denunciaron padres de familia de estudiantes afectado.
Detallaron que, Marcela López tiene la venta exclusiva de la Librería English Corner, que es de origen Huasteco de donde ella es originaria, “lo que significa que algún parentesco debe haber entre ambas partes, convirtiéndose en un negocio familiar”.
A pesar de que padres de familia y estudiantes del Centro de Idiomas Universitario hacen llegar quejas, por el autoritarismo y políticas internas de comprar forzada del material de libros para los cursos que ofrece el CIU, que va desde mil 50 pesos el más barato, ya que por la economía, algunos padres de familia optaban por sacar copias a color o los libros que dejan los hermanos, pero, ahora les indican que traen un código intransferible y de único uso, que al terminar el nivel del curso caduca.
Agregaron que, ese código lo usan para hacer sus horas SAC y una vez terminadas, ya lo dan de baja, el costo de un nivel es de 3 mil pesos durante 5 meses más los libros, lo que superan los 4 mil pesos, lo que se pagaría un instituto privado y hasta con material, “sobre todo hasta de mejor nivel, ya que los quejosos también comentan que, faltan mucho los maestros o continuamente los cambian de profesores a lo que el nivel del CIU ha bajado”.
Los quejosos cuestionan por qué Zermeño Guerra permite que se forcé a los estudiantes a comprar los materiales y libros con fecha de caducidad y sacar su ganancia como lo hace la actual directora del CIU, además de que al mismo personal de este centro se envía a revisar que los alumnos cuenten con su libro, si no, no pueden estar en clase, o les manda a vender el material a los alumnos directamente, para que no tengan que trasladarse a la librería.
“La pregunta es: ¿Qué beneficio tiene la UASLP con este negocio?, ¿Por qué hasta en las fichas de pago viene la leyenda del código?, ¿Nadie se ha dado cuenta del millonario negocio de la directora?, es hora de que se aclaren todas las dudas, ya que con esta crisis no es justo que se lucre con los libros, alumnos y personal de la Universidad, para el negocio personal de la directora”, cuestionaron los inconformes.
