Habitantes del fraccionamiento están temerosos por los continuos ataques de ruleteros a choferes de plataforma a la entrada del conjunto habitacional; tan sólo ayer se registraron cinco, denuncian
Sigue la persecución y agresiones a choferes de UBER. Vecinos del fraccionamiento La Virgen vivieron bajo un clima de creciente tensión y temor debido a los continuos ataques perpetrados por taxistas en la entrada de ese conjunto habitacional. En los últimos días, las agresiones han escalado, con al menos cinco vehículos particulares siendo atacados solo el día de ayer, según confirmaron las propias víctimas.
Esta situación ha generado una gran preocupación entre los vecinos, quienes denuncian la falta de acción por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y otras autoridades competentes.
Pese a las reiteradas denuncias y llamados de auxilio, las agresiones persisten sin que se hayan implementado medidas efectivas para frenar la violencia.
Los ataques no son un fenómeno nuevo. Choferes de vehículos de las diferentes plataformas han reportado agresiones por parte de taxistas y a otros automovilistas.
Incluso, el problema fue planteado ante el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, durante una de sus mañaneras su visita a la capital potosina, pero a pesar de la visibilidad nacional del caso, la situación sigue sin resolverse.
La indignación de la comunidad se intensificó luego de que los taxistas detenidos por su participación en los violentos hechos del martes pasado fueran liberados sin mayores consecuencias.
Además, el sujeto cuya imagen se viralizó en redes sociales al ser captado intentando lanzar una enorme piedra contra un automóvil particular sigue sin ser identificado ni detenido, lo que aumenta la sensación de impunidad.
Ante este preocupante panorama, choferes de vehículos de plataformas digitales, así como de vehículos particulares, claman por una intervención inmediata y contundente por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las autoridades de seguridad para evitar que estos incidentes continúen.
La comunidad exige que se tomen las acciones necesarias para proteger a los residentes y detener a los responsables de estos actos violentos, antes de que ocurra una tragedia mayor.
