Entre lágrimas y exigencias de justicia despidieron a Dani; el presunto responsable ya ha sido detenido; la joven fue hallada asesinada a balazos en la colonia Garita de Jalisco
La tarde del viernes, la comunidad potosina despidió con profundo dolor a Daniela Rocha Medellín, de 25 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado después de haber sido vista con vida, por última vez el pasado 5 de mayo, en la Garita de Jalisco, al poniente de la capital potosina, antes de ser asesinada a balazos.
La desaparición de “Dani” conmocionó a su familia y amigos, quienes rápidamente emprendieron su búsqueda. La Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí emitió una ficha de búsqueda con la esperanza de localizarla. Sin embargo, semanas de angustia y desesperación culminaron en tragedia cuando se descubrió que había sido asesinada.
Las investigaciones llevaron a la captura de un hombre acusado de haber asesinado a Daniela. Según la información obtenida, el detenido no solo confesó el crimen, sino que también proporcionó la ubicación del cadáver. No obstante, hasta el momento, la Fiscalía no ha dado detalles adicionales sobre el caso ni sobre las circunstancias que rodearon el asesinato de la joven.
Este viernes, el cuerpo de Daniela fue sepultado en el panteón Valle de los Cedros, al norte de la capital potosina. Familiares y amigos se reunieron para darle el último adiós, en medio de lágrimas y conmovedoras despedidas. En redes sociales, sus familiares compartieron una imagen con un mensaje desgarrador: “Tenemos una angelita en el cielo. Descansa en paz, Dani”.
La familia de Daniela continúa exigiendo justicia, esperando que las autoridades esclarezcan completamente los hechos y que el responsable reciba el castigo que merece.
La pérdida de Daniela ha dejado un vacío profundo en la vida de quienes la conocieron y amaron, y su memoria ahora se convierte en un símbolo de la lucha contra la violencia que afecta a tantas mujeres en el país.
La trágica muerte de Daniela Rocha Medellín subraya la urgencia de abordar la violencia de género y de mejorar los mecanismos de protección y justicia para las víctimas. Su historia es un llamado a la acción para que ninguna otra familia tenga que enfrentar un dolor similar.
Mientras la comunidad potosina se une en el duelo y la demanda de justicia, la esperanza persiste en que este caso sirva para impulsar cambios significativos en la prevención y el tratamiento de la violencia contra las mujeres.
La memoria de Daniela vive en los corazones de quienes la amaron y en el compromiso de luchar por un mundo más seguro y justo.
