Información de inteligencia sobre un complot iraní para asesinar a Donald Trump ha llevado al Servicio Secreto a aumentar su seguridad
Información de inteligencia sobre un complot iraní para asesinar a Donald Trump ha llevado al Servicio Secreto a aumentar su seguridad.
Las autoridades de Estados Unidos han recibido en las últimas semanas información de inteligencia de fuente humana sobre un complot de Irán para asesinar al expresidente Donald Trump. Esta amenaza llevó al Servicio Secreto a incrementar la seguridad alrededor de Trump, según múltiples fuentes.
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Aunque no hay indicios de que Thomas Matthew Crooks, quien intentó asesinar a Trump el sábado, esté relacionado con el complot, la existencia de una amenaza por parte de una agencia de inteligencia extranjera hostil ha planteado nuevas preguntas sobre los fallos de seguridad en el mitin del sábado en Butler, Pensilvania.
En dicho evento, un joven de 20 años logró acceder a una azotea cercana y disparar, hiriendo al expresidente. Seguridad Nacional de EU recibe información de amenazas Un funcionario de seguridad nacional de Estados Unidos informó que el Servicio Secreto y la campaña de Trump fueron notificados de la amenaza antes del mitin.
El NSC contactó directamente con un alto nivel del Servicio Secreto para asegurar que se estaban rastreando los últimos informes. Esta información fue compartida con la unidad de seguridad de Trump y la campaña fue informada de la evolución de la amenaza. En respuesta a la amenaza, el Servicio Secreto aumentó los recursos y activos para la protección de Trump.
Los funcionarios del Servicio Secreto han advertido repetidamente a la campaña de Trump contra la celebración de mítines al aire libre, que presentan mayores riesgos que los eventos en los que la agencia puede controlar mejor el acceso. Las advertencias han sido de carácter general.
La campaña de Trump no ha revelado si tenía conocimiento de la amenaza iraní. En cierto momento de este ciclo electoral, la campaña dejó de celebrar actos espontáneos en los que los invitados no eran controlados de antemano por el Servicio Secreto por motivos de seguridad, según una fuente familiarizada con el asunto.
El FBI, que está llevando a cabo la investigación sobre el tiroteo del sábado, declinó hacer comentarios.
La portavoz de la Comisión Nacional de Seguridad, Adrienne Watson, indicó que hasta ahora no se ha encontrado ninguna relación entre el atacante Thomas Matthew Crooks y otras personas.
