Entender el origen del hipo puede ayudarnos a prevenirlo
El hipo es una contracción involuntaria del diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen y que es crucial para la respiración. Estas contracciones generan un cierre repentino de las cuerdas vocales, lo que provoca el característico sonido del hipo. Sus causas comunes incluyen comer rápidamente, ingerir bebidas carbonatadas, cambios bruscos de temperatura en el estómago o situaciones de estrés.
Aunque generalmente es inofensivo y desaparece por sí solo, el hipo persistente puede ser un síntoma de un problema médico subyacente que requiere atención profesional.
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Por qué tenemos hipo
El diafragma desciende cuando inhalamos para que los pulmones se llenen de aire, y sube cuando exhalamos para facilitar la salida de aire de los pulmones. Cuando este mecanismo se altera y el diafragma sube o baja antes de lo normal, la respiración se hace diferente, provocando el hipo.
El hipo suele ser un trastorno pasajero y benigno, que apenas dura unos minutos y se resuelve espontáneamente, pero en casos excepcionales puede durar días, semanas, o meses, convirtiéndose entonces en hipo refractario o rebelde, que necesita atención médica porque puede tener su origen en alteraciones gástricas, torácicas, metabólicas o neurológicas, e incluso ser un síntoma de enfermedades como úlcera de estómago, esofagitis o pancreatitis, entre otras.
Causas y soluciones
El hipo, conocido médicamente como singulto, es un fenómeno frecuente caracterizado por contracciones abruptas e involuntarias del diafragma y los músculos inspiratorios, produciendo el distintivo sonido ‘hip’. Generalmente, el hipo es un problema inofensivo y pasajero, que afecta a personas de todas las edades, incluidos los bebés y hasta los fetos en gestación.
Las causas del hipo varían desde simples como comer rápidamente o ingerir bebidas carbonatadas, hasta más complejas como el consumo excesivo de alcohol, cambios abruptos de temperatura o incluso ciertos procedimientos médicos y medicamentos. En casos raros, el hipo persistente o refractario puede estar vinculado a problemas gástricos, metabólicos o neurológicos.
Algunos consejos para detener el hipo
Para la mayoría de la gente, el hipo desaparece espontáneamente en minutos. No existen medidas específicas ni demostradas científicamente para frenar o quitar el hipo, y lo que para algunas personas resulta efectivo, a otras no les ayuda en absoluto, pero algunas sugerencias podrían ser:
- Tomar un vaso de agua fría
- Beber agua agachando el cuerpo hacia delante
- Aguantar la respiración y espirar después lentamente
- Tomar una cucharada de azúcar o miel
- Respirar repetidamente dentro de una bolsa de papel