Leyendas Mexicanas en Juegos Olímpicos: Felipe Muñoz

Felipe Muñoz, conocido como «El Tibio», es una de las grandes figuras del deporte olímpico mexicano al conseguir una medalla de Oro en Natación. Con tan solo 17 años, Muñoz se convirtió en el inesperado ganador de los 200 metros pecho en los Juegos Olímpicos de México 1968.

En las pruebas de pecho de 1968, los favoritos eran el poseedor del récord mundial Vladimir Kosinsky y el ganador olímpico de 1964 Ian O’Brien. Sin embargo, Muñoz sorprendió al mundo clasificándose con el tiempo más rápido. Los Juegos Olímpicos de Ciudad de México llevaban 10 días sin que México ganara una medalla de oro, y la final de los 200 metros pecho se convirtió en uno de los momentos más emotivos en la historia olímpica.

Durante la final, Muñoz se encontraba en cuarto lugar en los primeros 100 metros. Sin embargo, comenzó a acercarse a los líderes. A 50 metros de la meta, aceleró, superando a tres nadadores y acercándose a Kosinsky, que había liderado toda la carrera. La multitud enloqueció, coreando «Mu-ñoz, Mu-ñoz, Mu-ñoz». A los 175 metros, Muñoz alcanzó a Kosinsky y se alejó en los metros finales, ganando una sorprendente medalla de oro y desatando una celebración que duró horas.

Muñoz también compitió en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Aunque no logró ganar medallas, su actuación fue destacada, repitiendo el cuarto lugar en los 100 metros pecho y obteniendo quintos lugares en los 200 metros y en el relevo 4 x 100.

Tras finalizar su carrera deportiva, Felipe Muñoz continuó ligado al deporte mexicano, llegando a presidir el Comité Olímpico Mexicano. En 2012, renunció a este puesto para ocupar una diputación federal, demostrando su compromiso con el desarrollo del deporte en México.