Los efectos del GLP-1, ayuda a resolver la enfermedad del hígado graso no alcohólico y a mejorar la fibrosis, a la vez que mantiene los beneficios del agonismo del GLP-1
Una forma experimental “sobrealimentada” de los populares medicamentos para perder peso GLP-1 podría ayudar a aliviar la enfermedad del hígado graso, sugiere un ensayo reciente.
El fármaco en desarrollo, la survodutida, ayudó a hasta el 83% de los pacientes a obtener mejoras reales en los marcadores de la enfermedad del hígado graso, una afección generalizada y potencialmente letal que a menudo se relaciona con la obesidad.
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En este momento, solo hay un medicamento, el resmetirom, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para combatir la enfermedad del hígado graso, y no todos los pacientes pueden usarlo.
Survodutide “podría cambiar las reglas del juego” contra la enfermedad, dijo el investigador líder del estudio, el Dr. Arun Sanyal. Dirige el Instituto Stravitz-Sanyal de Enfermedades Hepáticas y Salud Metabólica y es profesor en la Virginia Commonwealth University (VCU) en Richmond.
El ensayo fue financiado por Boehringer Ingelheim, la compañía farmacéutica que desarrolla la survodutida. Los resultados se publicaron en la edición del 7 de junio de la revista New England Journal of Medicine.
La enfermedad del hígado graso es la abreviatura de la esteatohepatitis asociada a la disfunción metabólica (MASH). Según un comunicado de prensa de VCU, aproximadamente 1 de cada 4 personas en todo el mundo se ve afectada por la afección.
Un hígado sano tiene un contenido de grasa de solo el 5% o menos en peso, pero en MASH la grasa puede aumentar a niveles poco saludables que ponen a las personas en riesgo de cirrosis, cáncer de hígado o incluso la necesidad de un trasplante de hígado. La obesidad es uno de los principales factores que impulsan la enfermedad del hígado graso.
El nuevo ensayo no es el primero en sugerir que un fármaco GLP-1 (una clase que incluye a Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound ) podría ayudar a aliviar el MASH.
Otro estudio, también dirigido por Sanyal y financiado por la farmacéutica Eli Lilly, encontró que su medicamento experimental GLP-1, la retatrutida, también ayudó a reducir la grasa en el hígado de las personas obesas que lo tomaron. Ese estudio fue presentado en noviembre pasado en la reunión anual de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (American Association for the Study of Liver Diseases) en Boston.
En el ensayo de sobredosis participaron 282 adultos de 25 países, todos los cuales tenían MASH con algún nivel de fibrosis (cicatrización) del tejido hepático. Los pacientes recibieron inyecciones semanales de un placebo o de una de las tres dosis de survodutida (2,4 miligramos, 4,8 mg o 6 mg) durante 24 semanas.
La dosis semanal se incrementó gradualmente a 6 mg durante otras 24 semanas.
A las 48 semanas, la mayoría (un 83 por ciento) de los pacientes experimentaron mejoras en una serie de marcadores del hígado graso: unos niveles más bajos de grasa hepática, inflamación y ningún empeoramiento de la fibrosis, reportó el equipo de Sanyal.
Para tres cuartas partes de los pacientes, su enfermedad del hígado graso se había “resuelto”, lo que significa que había menos fibrosis, inflamación y grasa en el hígado, y para el 50% de los pacientes la fibrosis y las enzimas hepáticas mejoraron y no hubo progresión de su enfermedad.
Al igual que otros medicamentos con GLP-1, sí ocurrieron efectos secundarios gastrointestinales, como náuseas, diarrea y vómitos, anotaron los investigadores.
Como explica Sanyal, la survodutida es un fármaco “agonista dual”, lo que significa que contiene dos agonistas, imitadores hormonales, que se unen a los receptores cerebrales para ayudar a perder peso.
Mientras que los medicamentos GLP-1 estándar como Ozempic contienen un agonista que imita la hormona péptido similar al glucagón 1 (GLP-1), la survodutida contiene un agonista del GLP-1 más un agonista contra el glucagón, una hormona que ayuda a controlar el azúcar en la sangre.
A partir de estudios con ratones, su equipo creía que un fármaco agonista dual podría dirigirse mejor a la grasa en el hígado, mejorando el efecto de los medicamentos estándar de GLP-1.
El nuevo ensayo parece haberlo confirmado en personas.
“Estos datos demuestran que la focalización directa en el hígado con el agonismo del glucagón, además de los efectos del GLP-1, ayuda a resolver la enfermedad del hígado graso no alcohólico y a mejorar la fibrosis, a la vez que mantiene los beneficios del agonismo del GLP-1”, señaló Sanyal en un comunicado de prensa de la universidad.
“Estos hallazgos son notables y emocionantes, y abren un nuevo capítulo en el desarrollo de fármacos para MASH con fibrosis, donde un solo agente podría potencialmente dirigirse tanto a la enfermedad hepática como a las afecciones médicas relacionadas puede proporcionar esperanza a millones de personas que tienen MASH con fibrosis y múltiples dolencias relacionadas con la obesidad”, dijo Sanyal.