Ahtziri Sandoval vence sus miedos; una gimnasta con gran madurez

Ahtziri Sandoval nunca se imaginó que conocer a la multimedallista mundial y olímpica Simone Biles sería su punto de inflexión como gimnasta y la respuesta interna que necesitaba ante el caos en su cabeza. Fue algo liberador. Más que empatía, Sandoval encontró en la amigable Biles la fuente de fortaleza para sobrellevar la presión de buscar el pase olímpico de París 2024.

Simone, un referente de la gimnasia artística a escala mundial, decidió no participar en la final por equipos durante los Juegos Olímpicos de Tokio que se realizaron en 2021 para “cuidar de su salud mental”. Dos años se ausentó de las competencias, mas no de los juzgados en la lucha legal contra el médico Larry Nassar, por abuso sexual a varias gimnastas del equipo estadunidense.La batalla interna de Sandoval Pérez fue contra el miedo de no lograr su sueño: clasificar a unos Juegos Olímpicos. Las lesiones y los tiempos de recuperación estaban en su contra.

Aunque el deporte representa la mayor parte de su vida, Ahtziri Viridiana contempla después de verano darle prioridad a sus proyectos: concluir sus estudios universitarios (cultura física y deporte) y fortalecer su emprendimiento, una tienda de artículos de belleza, en Guadalajara, con el que se ayudó a solventar el próximo viaje olímpico para sus padres.

Mientras ese momento llega, se permite la ilusión por dejar un legado, “desde muy chica quería que mi nombre sonara de la mejor manera en la gimnasia”.