El pasado lunes, la selección de Estados Unidos quedó eliminada de la Copa América en la Fase de Grupos tras perder ante Uruguay. El partido, que ya era tenso debido a la importancia del resultado, terminó desatando una gran polémica en el campo y fuera de él.
Christian Pulisic, capitán y emblema del equipo dirigido por Gregg Berhalter, protagonizó un altercado con el cuerpo arbitral al finalizar el encuentro. El estadounidense, visiblemente frustrado por la derrota, invitó irónicamente a los árbitros a celebrar la victoria con la selección charrúa, lo que provocó el enojo de los nazarenos.
Tras el incidente, Pulisic intentó acercarse a la cuarteta arbitral para despedirse de ellos de manera cordial. Sin embargo, los árbitros evitaron el contacto con el jugador debido al altercado anterior. Este gesto se viralizó rápidamente en las redes sociales, generando una oleada de comentarios y controversia, ya que la actitud del capitán norteamericano claramente sacó de quicio a los referees.
En la rueda de prensa posterior al partido, el entrenador Gregg Berhalter defendió a su equipo, asegurando que tienen pruebas suficientes para demostrar que la jugada que resultó en el gol de Uruguay se produjo en fuera de juego. «No fue fuera de lugar», insistió Berhalter, agregando un nuevo punto de debate sobre la actuación del cuerpo arbitral en el decisivo encuentro.
