“Gay is synonymous with the lesser It’s the same hate that’s caused wars from religion Gender to skin color, the complexion of your pigment The same fight that led people to walk outs and sit ins It’s human rights for everybody, there is no difference! Live on and be yourself When I was at church they taught me something else If you preach hate at the service those words aren’t anointed That holy water that you soak in has been poisoned When everyone else is more comfortable remaining voiceless Rather than fighting for humans that have had their rights stolen I might not be the same, but that’s not important No freedom till we’re equal, damn right I support it”
FRAGMENTO DE LA CANCIÓN SOME LOVE; TOMADA DE LA INTERPRETACIÓN DE: MACKLEMORE & RYAN LEWIS FEAT. MARY LAMBERT
Rubén se levanta temprano y prepara el desayuno para dos, sale apresuradamente del departamento que comparten desde hace más de cinco años –antes de salir- besa cariñosamente a su pareja, Mario.
Erika y Carlos están tomados de la mano, en algún lugar del planeta, se están casando ella blanca y el negro.
Ana esta saliendo de clase, corre, va tarde a su cita con Ofelia para asistir a una manifestación sobre derechos de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero Travesti e Intersexual (LGBTTI+), ella es heterosexual, Ofelia es su mejor amiga y es lesbiana.
Musulmanes, católicos, protestantes, islamitas, hinduistas –todos-, rezan, oran, piden, en sus creencias, amor y bienestar.
Amarillas, morenas, blancas, negras personas de todas las razas, credos, ideologías, preferencias sexuales transitan diariamente por el mundo haciendo negocios, filantropía, política, generan conocimiento, arte, ciencia, etc…
Lo que sale de nuestros estereotipos, son realidades que nos confrontan con nuestra forma de ser, pensar y sentir, generalmente preconcebidas. La idea de que algo distinto a lo que nos inculcaron pase frente a nuestros ojos nos aterra y ese temor se transforma en repulsión y miedo que lleva al odio, odio que genera exclusión, discriminación, intolerancia, violencia.
Pareciera que hace mucho tiempo que se abolieron términos como segregacionismo, intolerancia, racismo; pareciera que en pleno siglo XXI –segundo milenio de nuestra era- los seres humanos hubiéramos superado muchos de nuestros atavismos.
No es así, hoy crece de forma preocupante un discurso peligroso para la sociedad en su conjunto; crece la imposición religiosa, crece la discriminación por género, crece la animadversión a los credos y las ideologías, crece la intolerancia a la diversidad sexual. Baste ver los aumentos en feminicidios, guerras y homicidios en nombre de la fe y creencias religiosas, discriminación a mujeres y hombres por su forma de ser, pensar o sentir, en fin darle una vuelta a las noticias del día para confirmarlo.
Preguntémonos –para nuestro análisis personal de cómo enfrentamos, entendemos y asimilamos que existen personas distintas a nosotros y que esas personas tienen derechos y desde luego obligaciones, si- ¿una mujer o un hombre son mejores o peores, buenas o malas personas por pensar, creer, amar, sentir diferente o por su aspecto, raza, color de piel?. Definitivamente no, la inteligencia, bondad, honestidad o la capacidad de amar (valores positivos), nada tienen que ver, son cuestiones personalísimas y multifactoriales.
¿Entonces?, ¿en donde radica ese sentido de discriminar?, muchos son los factores; uno es el discurso, de quienes teniendo una voz, representación y ascendencia sobre grupos o individuos ahondan esas diferencias, las agravan por medio de lo que conocemos como “vendimia de terror”; otro es la imposición o la fuerza de la creencia impuesta que de forma inicial causa agravio, pero quien crece con ella o se educa en ella lo hace suya y cierta.
En todos los casos se aprovechan de las necesidades o miserias de los grupos a los cuales se les dice o impone determinados credos, normas apológicas o no para manifestar rechazo a quienes no son iguales o no piensan diferente.
La discriminación daña, causa guerras, termina con manifestaciones culturales milenarias, separa a los seres humanos por creencias no del todo ciertas y que generalmente tienen intereses ajenos.
En nuestro País se han hecho acciones afirmativas para prevenir la discriminación de acuerdo con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, y el Consejo Nacional para este mismo fin, existe desde hace años el reconocimiento a la libertad de culto, representantes de la diversidad sexual ocupan cargos importantes en el Servicio Público.
Pero no ha bastado para disminuir la violencia y castigo social, debemos todos seguir luchando no solo por un cambio en las Leyes, sino por un cambio en nuestra forma de pensar y de creer, ¿difícil? claro pero no imposible en tanto todos apoyemos desde nuestra trinchera.
CONCLUYENDO.
- Me gusta mucho viaje a las estrellas porque desde la serie de los sesenta y hasta sus entregas recientes en la pantalla grande, se ve como los humanos conviven en todos los sentidos (laboralmente, intrapersonalmente, sentimentalmente, etc.) no solo con las razas y creencias de la tierra, lo hacen con otros mundos, representados por Vulcanos, Romulanos, Klingonianos, Denobulanos, entre otros. En la última entrega toca, por medio de sencillas imágenes y de forma natural como uno de los personajes principales, el Comandante Hikaro Sulu -aparece desde el inicio de la serie- mantiene una relación homosexual y además tiene una pequeña hija con su pareja.
- La maldad, la bondad, capacidades y virtudes de los seres humanos no tienen sexo, religión, color de piel, raza, condición o preferencia sexual, estatus social, nivel académico; cualquiera puede ser pederastas, corrupto, perverso, homicida, etc.
- Esta entrega no tiene como objetivo calificar o descalificar a nadie, persigue solo dar una opinión sobre un tema relevante para todo el mundo ya que la discriminación tampoco es privativa de un País. pero si persigue hacer un llamado a aprender a no juzgar, discriminar, excluir, odiar, por cualquier condición.
- ¿Cómo queremos que no haya la violencia? si con nuestra actitud violentamos a los demás.
