Detección de genes de resistencia a antibióticos en cuerpos de agua impactados por el ser humano

Estudiante LCAS, UASLP. Mauricio Flores González

Los cuerpos de agua se ven profundamente impactados por las actividades humanas, tanto física, química como biológicamente. Estos ecosistemas son vitales para la humanidad, ya que proporcionan agua potable y sirven como medio de transporte para desechos, incluyendo aguas residuales. Entre los contaminantes que ingresan a los cuerpos de agua se encuentran productos farmacéuticos y de cuidado personal, incluidos los antibióticos, que pueden desempeñar un papel importante en la aparición de los genes de resistencia a antibióticos (ARG).

Los antibióticos llegan a este medio a través de los residuos de fabricación, hospitales, plantas tratadoras de agua, en la orina y heces, y el desecho inadecuado de los fármacos no utilizados. Su uso desmedido en hospitales, clínicas, asilos, en granjas y acuicultura para la prevención de enfermedades y promoción del crecimiento ha causado la aparición de bacterias resistentes a antibióticos (ARB) y a bacterias resistentes a múltiples antibióticos (MAR).

La presencia de antibióticos en el agua representa un problema grave por varias razones. En primer lugar, puede promover la selección y proliferación de bacterias resistentes, ya que estas bacterias tienen la oportunidad de sobrevivir y multiplicarse en un entorno donde los antibióticos están presentes constantemente. Además, los antibióticos pueden afectar negativamente a las bacterias beneficiosas y otros microorganismos que juegan un papel crucial en los ecosistemas acuáticos, alterando el equilibrio natural y la biodiversidad. Esto puede tener consecuencias en la red alimentaria y en la salud de los organismos acuáticos. También, la presencia de antibióticos en el agua potable representa un riesgo para la salud humana, ya que puede contribuir al desarrollo de resistencias en patógenos humanos y comprometer la eficacia de los tratamientos médicos.

Es por ello por lo que es crucial recalcar la importancia de hacer un uso correcto y responsable de los antibióticos, así como garantizar su disposición final adecuada. La implementación de prácticas responsables en el manejo de antibióticos en la medicina, la agricultura y la acuicultura es esencial para reducir la propagación de bacterias resistentes y preservar la eficacia de estos medicamentos vitales.

 Además, es esencial implementar prácticas adecuadas para la disposición final de estos medicamentos, evitando su desecho inapropiado en el medio ambiente. Comprender las relaciones entre los ARG en nuestro ecosistema es clave para aplicar el enfoque de ‘Una Salud’, que busca optimizar la salud de personas, animales y el medio ambiente mediante la colaboración de gobiernos, sociedades, empresas e instituciones.

Entonces, ¿qué podemos hacer con nuestros medicamentos sobrantes o caducados? En la zona metropolitana de San Luis Potosí, existen diferentes contenedores seguros para la disposición de estos medicamentos, pertenecientes al Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos A.C. (SINGREM). Este sistema se encarga del manejo y disposición final de los residuos de medicamentos y sus envases.

En estos contenedores podemos depositar medicamentos caducados, medicamentos que no necesitemos (sobrantes de tratamientos), cajas de medicamentos, envases vacíos o con restos. Estos contenedores se encuentran en diferentes puntos de la ciudad, dentro de farmacias y laboratorios. Destaco el contenedor ubicado en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Sin embargo, los invito a visitar el sitio web de SINGREM para buscar el contenedor más cercano a su hogar.

Otra opción para disponer de medicamentos sobrantes de tratamientos que no estén caducados es el Dispensario Médico Cáritas, donde se dispensan medicamentos a cambio de un donativo económico preestablecido, con la visión de beneficiar principalmente a quienes menos tienen.

Cuentan con cuatro ubicaciones:

Dispensario Pascual M. Hdz #270, Centro.

Dispensario San Camilo en la calle Juan Álvarez esquina Azteca Norte, Barrio de Tlaxcala.

Dispensario León de la Barra #164, Colonia San Francisco.

Dispensario Abastos en la calle Segunda Oriente #145, Central de Abastos.