Gjasula se desquitó de su gol en propia y dio un punto muy valioso a su equipo con un gol en el 96′.
Croacia y Albania regalaron al mundo un encuentro lleno de épica y emoción (2-2). Un partido loco en el que los croatas se levantaron cuando menos se les esperaba con dos goles en dos minutos y en el que los albanos rescataron un empate con un tanto en el tiempo de descuento.
Un choque que tuvo a Klaus Gjasula como principal protagonista. Primero, por la mala fortuna al meterse en su propia portería un despeje de su compañero que propició el 2-1 de Croacia en el 76′. Segundo porque se convirtió en el héroe de su país al rematar a gol un balón en el minuto 96 de partido para arañar un punto.
Seguramente, el empate fue lo más justo visto lo visto sobre el terreno de juego a pesar de que los croatas se fueran con un sabor amargo y los albaneses con un sabor agridule. Albania dominó en la primera mitad. Croacia arrinconó a su rival en la segunda. Fue un reparto de puntos justo.
Albania ya avisó en su debut frente a Italia y ante el combinado croata no fue menos. Salieron a morder desde el principio y antes del primer cuarto de hora ya marchaban por delante en el marcador. Fue el premio a una primera parte más que notable de los de Sylvinho que pudieron irse al descanso con una renta más amplia.
Croacia no se encontró cómoda en ningún momento. Los de Dalic sí que fueron dueños del balón durante gran parte del tiempo, pero lo hicieron de una forma estéril. Sin inquietar en ningún momento la portería de Strakosha y dejando la sensación de estar muy lejos del combinado croata que batalló sin complejos en el último Mundial.
Con Modric sin ser Modric, con una escasa inspiración del resto de sus figuras y con una fragilidad en defensa impropia de la aguerrida Croacia de otras ocasiones. No les dio para sacar algo positivo en los primeros cuarenta y cinco minutos contra Albania. Pero pudo ser peor.
Laci fue el encargado de abrir la lata para los albaneses. Lo hizo en el minuto 11 al cabecear a gol un gran centro de Asani desde el perfil derecho. Apenas tocó el esférico, pero lo suficiente para despistar a un Livakovic que ya esperaba a recoger el balón con sus manos. No reaccionó a tiempo y no pudo evitar el gol del equipo rival.
Falló en la primera acción, pero Livakovic se vistió de héroe para salvar un tanto que podría haber sido definitivo. A la media hora de juego una pérdida de Modric propició un contragolpe de Albania fantástico. El cuero le llegó a Asllani que fusiló de primeras a la altura del punto de penalti topándose con una parada magistral de Livakovic.
Debía reaccionar el equipo de Dalic en la segunda parte y el seleccionador movió el banquillo desde el inicio. Albania se parapetó en su área y Croacia comenzó a bombardear el área de Strakosha.
Empezaron a llegar centros y remates, pero no fue hasta el tramo final cuando Croacia logró abrir por fin derrumbar el muro albanés. Lo hizo con dos zarpazos en apenas dos minutos. Dos golpes que noqueraron por completo a los de Sylvinho y que dieron un vuelco a la situación del grupo B.
Los goles llegaron en el 74′ y en el 76′. El primero lo convirtió Kramaric con un disparo seco al palo corto ante la estatua de Strakosha. Fue Budimir, recién ingresado en el terreno de juego quien le cedió el cuero. El ariete de Osasuna también estuvo presente en el tanto de la remontada. Ganó la línea de fondo y puso un pase atrás en busca de un compañero. Djimsiti despejó el cuero con la mala fortuna de que le pegó a Gjasula antes de entrar al fondo de la red.
