Harvard recomienda una dieta que reduce el riesgo de muerte prematura y cuida el planeta

Un nuevo estudio de la universidad planteó que este tipo de alimentación puede retardar el proceso del cambio climático

Un régimen de alimentación basado en plantas diseñado para salvar la Tierra también salva la vida de las personas, confirma un estudio de gran tamaño.

“Cambiar la forma en que comemos puede ayudar a ralentizar el proceso del cambio climático”, dijo el autor correspondiente, el Dr. Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard. “Y lo que es más saludable para el planeta es también lo más saludable para los humanos”.

Conocida como la Dieta de Salud Planetaria (PHD, por sus siglas en inglés), el régimen enfatiza los alimentos vegetales mínimamente procesados, mientras que se permite una ingesta modesta de carne y productos lácteos.

Si bien otros estudios han demostrado que las dietas basadas en plantas tienen beneficios tanto para el planeta como para las personas, la mayoría se han centrado en un momento dado. El nuevo estudio se basó en datos de salud de más de 200,000 hombres y mujeres a los que se dio seguimiento durante un máximo de 34 años.

Los investigadores encontraron que aquellos cuyas dietas se ajustaban más al régimen de PHD tenían un riesgo un 30% menor de muerte prematura en comparación con aquellos cuyas dietas eran las menos parecidas.

Eso fue cierto para todas las causas principales de muerte: el cáncer, la enfermedad cardiaca y la enfermedad pulmonar, encontró el estudio. Ninguno de los participantes tenía enfermedades crónicas importantes al principio.

Completaron cuestionarios dietéticos cada cuatro años y fueron calificados en función de la ingesta de 15 grupos de alimentos, incluidas verduras, aves de corral, granos integrales y nueces.

Aquellos cuyos hábitos alimenticios estaban más cerca del doctorado también tuvieron un mayor impacto positivo en el medio ambiente, mostró el estudio. En comparación con los que tenían la menor adherencia, su impacto incluyó un 29% menos de emisiones de gases de efecto invernadero; un 21% menos de necesidades de fertilizantes; y un 51% menos de uso de tierras de cultivo.

Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 10 de junio de la revista The American Journal of Clinical Nutrition. El estudio contó con el apoyo de becas de investigación de los Institutos Nacionales de Salud.

Usar menos tierra para la producción de alimentos es clave para promover la reforestación, dijeron los investigadores. La reforestación es clave para reducir los niveles de gases de efecto invernadero que alimentan el cambio climático.