Ventajas del ejercicio para osteoartritis de rodilla y cadera

(Marriott KA et al. Arthritis Care Res. 2024; 76: 821-830; resmió Ramírez-Sánchez JC, superespecialidad en Reumatología, Facultad de Medicina de la UASLP y Hospital Central)

La osteoartritis (OA), padecimiento reumatológico casi universal en personas de edad avanzada, se manifiesta clínicamente en por lo menos el 20% de quienes lo tienen como expresión radiográfica. En el tratamiento reconcoemos medidas no farmacológicas y con medicamentos; de aquellas, habrá que instituir modalidades para alcanzar el peso ideal y el ejercicio, ambas son piedra angular. El ejercicio es útil para la osteoartritis de cadera y rodilla (OA c-r). En revisión sistemática (RS) el ejercicio de resistencia para rodilla de 8-12 sem de duración confiere mayor beneficio en el dolor y función y se recomienda 150min/sem de ejercicio aeróbico moderado; además, 2-4 sesiones de 8-12 repeticiones de 60-70% de máxima resistencia presenta beneficio en OA-c pero no en OA-r.

En búsqueda en 6 base de datos, por 2-6 revisores, incluyeron estudios aleatorizados con 280 estudios controlados, 10,261 pt se asignaron a ejercicio (Ge) y 14928 controles; 76.6% fueron mujeres, edad promedio 62.3 años.

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Para OA c y r existe un beneficio moderado observado para el dolor y la función física a favor del ejercicio en intervenciones de 3 a 6 meses. Estos hallazgos sugieren mejoría por el ejercicio que es optimizada por intervenciones de tiempo, con mayor mejoría con intervenciones cortas (27 semanas) vs largas (2 años) y sin diferencia entre <12 sesiones o >12 sesiones. Objetivos clínicos en OA están influenciadas por múltiples factores, tales como sensibilización de dolor, estrés psicológico, fuerza muscular, peso o índice de masa corporal, inflamación, severidad de enfermedad y comorbilidades, las que pueden últimamente limitar la mejora máxima en el dolor y función.

Para OA c y r, se recomienda programas de ejercicios de resistencia con duración de 3-6 meses, pero con flexibilidad en el volumen total de ejercicio para optimizar las mejoras del dolor y la función física. Aunque no se pueden hacer recomendaciones para programas de ejercicio de mayor duración, nuevos trabajos pueden dilucidar si mantener el ejercicio durante más de un año confiere amplios beneficios para la salud en comparación con los que se ejercitan durante periodos cortos.

La major versión de nosotros mismos.
(Blankenship-Lai E; JAMA 2024; doi:10.1001/jama.2024.5616)

Tomé como ejemplo este título para llamarnos la atención de algunas cosas que podemos hacer por nosotros mismos, como lo referente al sobrepeso, exposición al frío o a la luz solar, etc.

Reconocemos que el sobrepeso es modalidad que invita al escenario de enfermedades, tanto por la microbiota como por la participación de adiponectinas (del tejido celular subcutáneo) a sobreproducción de citocinas pro-inflamatorias, que incluyen al factor de necrosis tumoral, interleucina 1 y 6, entre otras, que condicionan aumento en el riesgo de diabetes, enfermedades reumatológicas, cardiovasculares y cáncer.

El frío puede asociarse a disfunción endotelial y hay enfermedades que son más susceptibles a el, condicionan espasmo vascular (Raynaud) que suele no limitarse a la piel, puede haber vasoconstricción de arterias coronarias, intestinales, etc., y predisponer a isquemia cardíaca e intestinal.

La luz solar induce muerte celular programada como la apoptosis, que da lugar a la extrusión de partículas nucleares. Lo anterior, estimula al sistema inmune para producir anticuerpos antinucleares y puede aumentar riesgo de enfermedades reumatológicas como el lupus o dar lugar a recaídas o exacerbaciones de esta enfermedad.

Así, adicionalmente a tener en mente de llevar una vida sana, con ejercicio, alimentación adecuada, tratar de tener peso ideal y dormir 7 o más horas, tenemos que cuidarnos del medio ambiente como lo que mencionamos, que incluye el no tatuarnos (predispone a enfermedades autoinmunes y neoplásicas), NO fumar que también incrementa riesgo cardio-cerebrovasculares, de autoinmunidad y cánceres entre otras…..y desde luego vacunarnos si no hubiere contraindicación.

Independencia física y factores relacionados en adultos de edad avanzada
(Miri S et al. Annals of Medicine & Surgery (2024) 86:3400–3408)

El adoptar actividad física adecuada a nuestro estilo de vida, prevenimos la pérdida de la independencia física y tenemos base de sustentación para mejor salud con la edad.

En revisión sistemática y metanálisis mediante base de datos electrónicas como Scopus, PubMed, Web of Science, etc., se incluyeron 5,733 adultos, con puntaje de independencia en adultos de 20 de 24 puntos, los que incluyeron edad, índice de masa corporal, capacidad de ejecución, fuerza de extensión de rodillas, función pulmonar, capacidad aeróbica, actividad física, y presencia de artritis. En contraste, la conducta sedentaria, como el hábito de ver televisión por horas, se identifica como factor de riesgo importante para la pérdida de independencia física.

Las guías recomiendan la realización de 150 minutos de actividad física de moderada intensidad por semana para disminuir la dependencia física.