Imaginar una Presidenta de México soñaba tan lejano…

En  los años 80 del siglo pasado  aquello de imaginar una presidenta de México sonaba tan lejano, pero tan  lejano,  pero en 2024 ¡llegó! Por eso me siento entusiasta. Pero luego recuerdo que vivo en el país de 11 feminicidios al día, y eso me da terror, pero tengo esperanza de que una presidencia  con lentes de mujer logren tener un gobierno con una verdadera perspectiva de género, justicia a las mujeres muertas y para las madres de personas desaparecidas.

La lucha electoral por ganar la presidencia de la república paso  por procesos definitorios nunca antes vistos en este contexto, por primera vez en México una mujer tuvo  posibilidades reales de ser la presidenta de la República Mexicana, algo que como mujer veo como una conquista, una conquista que tuvo que pasar por  a 200 años para que sea una realidad.

Desde  Guadalupe Victoria  que fue proclamado primer presidente de México el 10 de octubre de 1824 hasta la fecha  con el presidente Andrés Manuel López Obrador, nuestro país ha sido gobernado por hombres, si a eso le sumamos que  el  país es sumamente machista y patriarcal lo que ha costado mucho trabajo y sangre de compañeras que arriben   a cargos de poder y de toma de decisión esta lucha ha llevado más años que en otros países latinoamericanos. El arribo de una mujer al máximo cargo de la nación después de  dos siglos  de historia de solo hombres, representa un cambio importante en la política mexicana que hace justicia a las mujeres que representamos más del 51% del padrón electoral.

 Sin embargo, los retos que tendrá  nuestra futura presidenta Claudia Sheinbaum Pardo,   no son sencillos porque de entrada se enfrenta a ese patriarcado que no termina de ceder ante los derechos de nosotras aunado a temas que laceran a las mujeres en todo el país como es la  pobreza extrema en la que se encuentran muchas de ellas, la falta de oportunidades con igualdad, los salarios menores que los hombres y aún más doloroso, las mujeres víctimas de feminicidio.

Tener una presidenta de México es un acto de justica feminista, es romper un techo no sólo de cristal sino del  patriarcado, este patriarcado que ha sido más que  violento y retrógrado.

Como reflexión final,   soy mujer muy  orgullosa de serlo, soy una mujer  defendiendo mujeres  y  soy mexicana. Mi pensamiento esperanzador es que serán mujeres quienes tendrán que combatir esas cifras y el origen de delitos cometidos en regímenes de hombres, esos hombres machistas que en su estado de privilegio patriarcal veían a las mujeres muertas y desaparecidas como un número y la oportunidad de una alza de un presupuesto para gobernar  con  simulación de atención a la mujer.

¡Vamos México! ¡vamos Mujeres! A gobernar para todos y todas con perspectiva de género.

Se va a caer… lo estamos derrumbando.

Les saludo como siempre con cariño

Mtra. Psic. Ileana Filio

La Reina Roja