Reflexiones Buena Nueva

IX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B (Mateo 2,23–3,6) – mayo 26, 2024
Deuteronomio 5,12-15; Salmo 80; 2 Corintios 4, 6-11

Este domingo, día de elecciones en el país, la liturgia nos ayuda a reflexionar, para que nuestra participación sea un acto para la construcción del bien común …

Evangelio según san Mateo 2,23–3,6
Un sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: “¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?”.
Él les respondió: “¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros”.
Luego añadió Jesús: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado”.
Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder acusarlo. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en medio”. Después les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?”. Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del partido de Herodes, para matar a Jesús.

Reflexión:
¿Cómo elegir el bien, sobre el mal?
Estamos invitados a encontrar a Dios en todas las personas y en todas las cosas, a discernir su presencia y actuar en consecuencia. Reflexionando desde esta perspectiva, podemos entrelazar los textos bíblicos de la liturgia de hoy, hallando un llamado profundo a la observancia del descanso, la luz de Cristo en nuestras vidas y el sentido del servicio en libertad, para nuestro propio bien y el de la comunidad.
En la primera lectura (Deut 5, 12-15), Dios nos manda observar el día de reposo, no solo como un mandato ritual, sino como un acto liberador que rememora la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto. Este descanso es un signo de libertad, de reconocer la soberanía divina sobre nuestras vidas y nuestras agendas.
El Salmo 80 clama a Dios por restauración y salvación. Nos recuerda la necesidad de recurrir a Dios en tiempos de tribulación, buscando su rostro para encontrar la luz que guía y restaura nuestra vida y comunidad. La súplica del salmista nos conecta con nuestra dependencia de la gracia divina y la esperanza en su intervención misericordiosa.
San Pablo, en la segunda lectura, 2 Corintios 4, 6-11, nos revela que la luz de Dios brilla en nuestros corazones a través del rostro de Jesucristo. Esta luz nos llama a vivir en la verdad y a compartirla, aun en medio de sufrimientos y dificultades; que su vida se manifieste en nosotros y seamos medio del poder transformador del amor divino, en nosotros.
Finalmente, en evangelio, Marcos 2, 23-3, 6, Jesús redefine el sentido del sábado. Confrontando la rigidez legalista, él enseña que el sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado, y reivindica la prioridad de la vida y la misericordia sobre el cumplimiento ritual. Jesús cura en sábado, mostrando que el bien y la vida deben prevalecer siempre, invitándonos a discernir con amor y libertad.
Hoy, en este día electoral, los textos nos invitan a un discernimiento profundo sobre cómo vivimos, cómo priorizamos la vida y el amor en nuestras acciones y decisiones, para reflejar la luz de Cristo … sí, estas elecciones, son un llamado a que mi voto, como cristiano, sea para quiénes:
• más bien puedan hacer a la sociedad, …
• nos libren de opresiones, …
• procuren que tengamos vida y libertad, …
Con un corazón libre y misericordioso, como el de Jesús, habremos de ejercer nuestro voto.

¿Cómo mi voto es un acto liberador y de encuentro con Dios?… ¿De qué manera la luz de Cristo se refleja en mis acciones diarias, especialmente en tiempos de dificultad?… ¿Estoy dispuesto a priorizar la misericordia y la vida sobre las normas y tradiciones, siguiendo el ejemplo de Jesús?

Alfredo Aguilar Pelayo
alfredo@ccrrsj.org

RecursosParaVivirMejor

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Columna publicada en: https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP