En un violento ataque con arma blanca perpetrado este viernes en la ciudad alemana de Mannheim, varias personas resultaron gravemente heridas. El ataque, dirigido presuntamente contra un activista antiislam cercano a la extrema derecha, ha conmocionado a la nación.
El jefe de gobierno, Olaf Scholz, expresó sus condolencias a las víctimas y condenó la violencia: “Mis pensamientos están con las víctimas. La violencia es absolutamente inaceptable en nuestra democracia. El autor debe ser duramente castigado”, manifestó Scholz, refiriéndose a las “imágenes horribles” del incidente.
La ministra del Interior, Nancy Fraeser, sugirió la posibilidad de que el ataque tenga motivaciones islamistas: “Si la investigación revela un móvil islamista, será una confirmación más del gran peligro que suponen los actos de violencia islamista, contra los que hemos advertido”, afirmó en un comunicado, calificando el ataque como un “crimen terrible”.
Según varios medios de comunicación alemanes, entre los heridos se encuentran un policía y un activista antiislam que se preparaba para participar en un mitin de su movimiento. La policía informó que varias personas resultaron heridas en el ataque y que los agentes lograron herir de bala al agresor.
