Artistas fusionan la pintura con hilos con el arte japonés del kintsugi en platos antiguos

Los artistas Katerina Marchenko y Artashes Sardarian colaboraron en una nueva y fascinante serie de arte

Cuando artistas con dos estilos diferentes se unen, la magia puede suceder. Ese es sin duda el caso de la colaboración entre la artista de bordado Katerina Marchenko y el artista de medios mixtos Artashes Sardarian. Han fusionado el bordado de Marchenko sobre tul con el kintsugi de Sardariano con gran efecto.

La pareja trabajó en conjunto utilizando platos vintage, tul, hilo de bordar y oro. El resultado son delicadas piezas de técnica mixta en las que los ojos y las manos bordados de Marchenko se asoman por los agujeros de la cerámica perforada.

Las placas fragmentadas se utilizan como marcos, y Sardarian fusiona las piezas rotas con oro.

“De la ruptura a la belleza: al igual que estas placas, incluso las almas destrozadas pueden ser reparadas con el oro de la bondad”, escribe Sardarian. Marchenko amplía el concepto detrás de esta colección en Instagram, explicando cómo el trabajo puede verse como una metáfora para dar nueva vida a algo que se considera viejo y olvidado.

Su pintura con hilo aporta profundidad a las piezas y las activa como portales a un nuevo mundo. “Las ramas que lo rodean simbolizan el cambio y las nuevas posibilidades, como si rompieran los límites del tiempo”, añade.