La ausencia de Enrique Galindo en el debate

Jorge Camacho Peñaloza

El viernes pasado se celebró el único debate entre los candidatos a la alcaldía de San Luis Potosí. Comparecieron Sonia Mendoza, cabeza de la coalición Sigamos haciendo Historia; Luis Eduardo Egure, del Partido Encuentro Solidario; José Luis Chalita Mansur, de Conciencia Popular; María de los Ángeles Hermosillo, de Nueva Alianza; y Sebastián Pérez, candidato de Movimiento Ciudadano. Ausencia clamorosa fue la de Enrique Galindo, representante de la coalición Fuerza y Corazón por San Luis Potosí. El debate no pasó de propuestas manoseadas y habituales, formuladas con aburrimiento y torpeza a excepción de Sonia Mendoza.

Las presentaciones de los candidatos buscaron epatar al auditorio, mostrando unos perfiles sobresalientes en las palabras pero anodinos en los hechos. Resulta ilustrativo que José Luis Chalita presumiera un Doctorado Honoris Causa, pero no dijera que tuvo que pagar para recibirlo. Es decir, comerció con una distinción que se otorga según méritos académicos siguiendo una práctica que invalida el título mismo y la ética de quien lo otorga y lo recibe. Sebastián Pérez integrante del equipo del corrupto Xavier Nava debió de pensar que cambiando de partido borraba su pasado de excesos y abusos. El debate transcurrió entre brindis al sol, buenos deseos, mejores intenciones, pero casi siempre exhibió el desconocimiento del estado actual y las necesidades de la ciudad por parte de los candidatos de Encuentro Solidario, Conciencia Popular, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano. 

En realidad, no sorprendió la incomparecencia de Galindo, candidato que busca la reelección. Ya se había ausentado en el debate de 2021 también entre candidatos a la alcaldía, pero entonces eran otras las circunstancias. Entonces pretendía la reelección Xavier Nava, por lo que a Galindo quizás le convenía no arriesgar aunque su ausencia fuera una falta de respeto a los ciudadanos.

Ahora el candidato de Fuerza y Corazón por San Luis opta a la reelección, suplantando a Nava en 2021, pero sigue faltando al respeto a los potosinos que le piden explicaciones por la corrupción de su administración. Esta vez no fue táctica, sino miedo. Los escándalos de Galindo se han multiplicado en esta campaña, exhibiendo a un sujeto que durante su ejercicio desatendió la seguridad, evitó el problema del agua, concedió contratos de manera directa a su hermano, desvió 400 millones de pesos.

Con esta mochila no parecía muy prudente asistir a un debate en que sería el centro de atención. Pero su ausencia es aceptación de la corrupción de la que se le acusa y, por tanto, lo invalida como prospecto a la presidencia municipal. San Luis no se merece a un alcalde de corrupción probada, que ha gobernado para sus amigos, que ha enriquecido a quienes lo apoyaron en las elecciones pasadas a espaldas de la ciudadanía, que ha hecho acopio personal de dinero público.

Sonia Mendoza, nerviosa al inicio de la discusión, pronto adquirió una seguridad que desplegó en datos y medidas concretas destinadas a mejorar la calidad de vida de colonias y ciudadanos marginados, a impulsar a la juventud por medio del deporte y de oportunidades laborales, a atender a mujeres, a combatir la inseguridad, a solventar el problema del agua con estrategias inteligentes y ajustadas en cada caso. Mendoza apareció como la candidata más preparada y competente, no sólo porque su carrera política es inalcanzable para los demás candidatos, sino porque mostró un profundo conocimiento de la problemática del municipio. Galindo quiso evitar la humillación derivada de su corrupción y malas prácticas, pero quedó exhibido renunciando a defenderse. Hoy Enrique Galindo es el Xavier Nava de ayer. Si este no se reeligió a causa de la corrupción, aquel tampoco lo hará por el mismo motivo.

*Jorge Camacho Peñaloza, periodista especialista en procesos electorales nacionales y extranjeros, deportista plusmarquista conservando récord por mas de 23 años, comentarista deportivo con Brozo en el Mañanero, director de medios de comunicación, político y excandidato a la gubernatura de Guerrero obteniendo la mayor votación por el Partido Acción Nacional, entre otros logros.