A pesar de que es un evento colorido, brillante y fascinante, también podría causar daños y efectos negativos
El pasado 4 de mayo se registró una erupción solar proveniente del cúmulo de manchas 3664, considerada la más grande de este ciclo solar. Este tipo de llamarada es un evento muy raro y es similar al fenómeno que causó la reciente Tormenta Geomagnética G5 o tormenta solar que ocurrió hace unos días.
La llamarada solar del pasado viernes 24 fue clasificada por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) como X8.7. Según la escala utilizada para medir la actividad solar, la letra X se utiliza para los eventos más intensos, y el número que la acompaña indica la magnitud de la fuerza de la llamarada.
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¿Cuándo será la próxima tormenta solar que “acabaría con la tecnología”?
A pesar de que es un evento colorido, brillante y fascinante, también podría causar daños y efectos negativos.
“Las tormentas geomagnéticas pueden afectar la infraestructura en la órbita cercana a la Tierra y en la superficie de esta misma, interrumpiendo potencialmente las comunicaciones, la red eléctrica, la navegación, las operaciones de radio y satélites”, indicó la agencia científica.
Con el fin de contrarrestar estas posibles consecuencias, el Centro de Predicción del Clima Espacial de Estados Unidos se encarga de alertar e informar a los operadores de esos sistemas, con el propósito de que puedan tomar acciones preventivas y protectivas.
De acuerdo con el pronóstico de la NOAA, las tormentas geomagnéticas culminarán el 14 de junio. Además, predicen que el pico de este ciclo solar podría ocurrir en algún momento entre noviembre de 2024 y marzo de 2026. El modelo de clima espacial de esta entidad apunta hacia julio de 2025, pero podría ocurrir meses antes o después.
Sin embargo, los expertos advirtieron que las más graves, de nivel G5, sucedieron el viernes y sábado. Las próximas se predicen que sean de nivel G4, o menos, y no tendrán las mismas consecuencias.
“La mayor parte del material probablemente pasará por delante de la Tierra, sin embargo, el espacio interplanetario todavía está muy perturbado e incluso solo el borde flanqueante de las últimas eyecciones de masa coronal”, dijo el coordinador del Centro de Predicción del Clima Espacial, Shawn Dahl.