Esta enfermedad inmunológica que afecta al intestino es considerada como la más frecuente e impacta entre el 1 y el 2% de la población
Cada 5 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Celiaquía, una fecha designada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad y fomentar la búsqueda de soluciones para aquellos que padecen esta condición.
La celiaquía es una enfermedad inmunológica en la que el cuerpo genera anticuerpos contra las proteínas presentes en ciertos alimentos, como el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). La enfermedad celíaca impacta a una porción significativa de la población global, que afecta entre el 1 y 2% de individuos ―lo que indica que es sumamente frecuente―. Aquellos que tengan esta condición deben evitar el consumo de gluten para prevenir reacciones adversas.
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Según advierten los expertos de The Mayo Clinic, esto puede conducir a múltiples síntomas digestivos, como diarrea, hinchazón y dolor abdominal, así como a complicaciones a largo plazo, incluyendo deficiencias nutricionales, problemas óseos y un aumento en el riesgo de algunas enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de cáncer intestinal.
Sin embargo, su presentación puede ir desde manifestaciones clínicas muy severas a formas totalmente asintomáticas.
Cómo se diagnostica
Los efectos de la enfermedad celíaca pueden manifestarse de manera diversa y variada, tanto en niños como adultos. Aunque en general los síntomas están vinculados al sistema digestivo, también experimentan otros síntomas que no se asocian directamente con trastornos digestivos.
“Por otro lado, también se pueden presentar síntomas atípicos, como, por ejemplo, vómitos, constipación, anemia, dolores en los huesos y las articulaciones, calambres, pérdida del esmalte dental y retraso en el crecimiento“, dijo Valeria El Haj la directora médica nacional de Ospedyc.
En cuando al diagnóstico, según explica la Academia Nacional de Medicina Colombiana, “la enfermedad celíaca es genética y los análisis de sangre pueden ayudar al médico a diagnosticar la enfermedad, o una pequeña muestra de tejido del intestino delgado”.
Claves para el diagnóstico temprano
¿Cómo realizar un diagnóstico precoz? El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España realizó un protocolo para el diagnóstico temprano de esta enfermedad, basado en una combinación de factores clínicos, serológicos y de imagen.
- Historia clínica y examen físico: la historia clínica detallada y el examen físico son fundamentales para orientar el diagnóstico. Es importante tener en cuenta los distintos patrones de presentación de la enfermedad, así como la pertenencia a grupos de riesgo específicos.
- Sospecha clínica: ante la sospecha clínica de enfermedad celíaca, se debe confirmar un patrón de dieta con gluten y solicitar una determinación de anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (anti-tTG o anti-TG2) de clase IgA, junto con los niveles plasmáticos de IgA sérica total. Los marcadores serológicos (anti-TG2) son útiles para el despistaje inicial de pacientes con mayor probabilidad de tener la enfermedad.
- Estudios complementarios: la endoscopia con toma de biopsias es fundamental para confirmar el diagnóstico de enfermedad celíaca, ya que permite evaluar directamente la presencia de atrofia de las vellosidades intestinales, que es una característica distintiva de esta enfermedad.
- Grupos de riesgo: es importante conocer los grupos de riesgo, ya que la probabilidad de padecer enfermedad celíaca es mayor en estos grupos. Un estudio serológico negativo no excluye completamente la enfermedad, por lo que es crucial considerar otros factores de riesgo y síntomas clínicos.
Cuál es la dieta
La Academia Nacional de Medicina Colombiana señala que, la primera medida que hay que tomar como parte del tratamiento es una dieta sin gluten.
De acuerdo a la Asociación de Asistencia al Celíaco de México, la dieta sin gluten debe basarse, fundamentalmente, en alimentos naturales y frescos que no contienen gluten: leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, legumbres y los cereales que no tienen gluten: maíz, garbanzo, amaranto, arroz y tapioca, combinándolos entre sí de forma variada y equilibrada.
Las Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG) sobre la enfermedad celíaca incluyen recomendaciones específicas sobre la dieta para pacientes con esta condición. Algunas de las recomendaciones clave son:
- Dieta sin gluten de por vida y estricta: se enfatiza la importancia de seguir una dieta sin gluten de por vida para controlar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo asociadas con la enfermedad celíaca.
- Alimentos no permitidos en una dieta sin gluten: se mencionan algunos granos, almidones y harinas que no están permitidos en una dieta sin gluten, como la cebada, el salvado, el bulgur, el cuscús y la harina de trigo duro, entre otros.
- Recomendaciones nutricionales: se aconseja a los pacientes consumir una dieta rica en fibra complementada con alimentos como arroz integral, maíz, papas y verduras abundantes para corregir posibles deficiencias nutricionales, como hierro, ácido fólico, calcio y vitamina B12.