El piloto de autos murió este sábado a los 73 años. Múltiple campeón, también dejó un largo historial de enfrentamientos. La rivalidad mediática con Marcos Di Palma, la amistad rota con el Pato Silva y el día que quiso “cagar a trompadas” a un pujante Gabriel Ponce de León.
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Juan María Traverso, una de las leyendas del automovilismo argentino que murió este sábado a los 73 años, será recordado por su talento y audacia al volante, que le permitieron ser multicampeón en diferentes categorías, pero también por las inolvidables disputas con otros competidores, según información de Clarín.
Es parte de la historia el día que ganó una carrera con el auto prendido fuego, pero también su recordada pelea con un joven Gabriel Ponce de León, con un insulto que fue viral años después en la era de las redes sociales y los memes. También son parte de la historia sus picantes peleas con Marcos Di Palma.
Conoce más de éste piloto en Instagram: Juan María Traverso
La semana próxima se cumplirán 20 años de esa tarde lluviosa en Río Cuarto, Córdoba, en la que Traverso tuvo que abandonar una carrera de TC tras chocar con un paredón luego del toque de Ponce de León. Fue el 23 de mayo de 2004.
Traverso parecía tranquilo mientras le quitaban el casco y le acercaban una campera bajo la lluvia. “Se vio un toque en la recta y te desacomoda”, le comentó el periodista Andrés Perco al piloto de Ramallo. “Antes de largar me tiró a la mierda el pendejo hijo de puta ese“, lanzó, de manera intempestiva, Traverso.
El diálogo, mientras caminaban, siguió: “¿Vos estás bien físicamente?”, preguntó el periodista, evitando la polémica y preocupado por el estado físico de Traverso. “Estoy como para cagarlo bien a trompadas, mocoso de mierda y la concha de su puta madre“, apuntó.
Lejos de calmarse, y cuando le preguntaron si lo iba a denunciar ante las autoridades del TC, redobló la apuesta: “Lo voy a cagar a trompadas”.
Uno de los pilotos con los que más se cruzó Traverso fue con Marcos Di Palma. Fue un duelo sin paridades dentro de la pista, pero que mediáticamente marcó una época del automovilismo local en el inicio de los 2000.
Fueron años de acusaciones cruzadas, insultos y disputas. Se mantuvieron como rivales acérrimos hasta que Traverso se retiró en 2005. Con el tiempo limaron las diferencias y hace poco el propio Di Palma subió una foto en Instagram con Traverso y un afectuoso saludo por su cumpleaños.
“Yo me bajaba re caliente, nos cagábamos a puteadas, nos peleábamos, me hizo un juicio penal, mirá si era realidad”, contó Di Palma sobre sus disputas con Traverso. Y en esa línea, siguió: “Nos encontrábamos (en la pista) y más en los últimos momentos en los que él manejaba peor y estaba a mi altura en el manejo. Nos andábamos chocando”.
- Otro piloto que supo de la vehemencia de Traverso fue Juan Manuel “Pato” Silva. Tenían una relación de amistad que pasó turbulencias en septiembre de 2001, en San Juan. El Pato lideraba y el Flaco lo presionaba desde atrás. El de Ramallo se tiró a pasarlo en una maniobra muy ajustada, se tocaron y Traverso se quedó con la victoria. En el podio se rompió la amistad.
Tras la carrera, Silva le recriminó el desenlace a Traverso en el podio. Se pusieron frente a frente. Ante las cámaras, Silva lloraba desconsolado. “Era para mi viejo, la puta madre que lo parió”, dijo sobre la dedicatoria de un triunfo que perdió a metros de la bandera a cuadros. En conferencia de prensa, sentenció: “Yo lo consideraba un amigo, a partir de ahora será uno más”. Siguió en la ACTC. Y la bronca continuó.
“Aún hoy le mencionás el caso y le cambia la cara. Muchos corredores dan por terminada la prueba antes del final. Aprendió que no es así. Termina cuando baja la bandera. Él faltaba que viniera saludando…“, recordó Traverso más tarde, en una nota con TyC.
“Yo soy amigo del viejo Silva, que es de mi edad. El Pato, entre las puteadas, me dijo que le quería dedicar la carrera al Viejo Silva. Yo, que no sabía nada del viejo, pensé si habría palmado y yo no estaba enterado. Le pregunté si le había pasado algo. Me respondió: ‘Nada, es que es el cumpleaños'”, rememoró el Flaco, con esa acidez que lo caracterizaba. “Y por qué no le comprás una campera, que tenés que venir a romperme las pelotas a mí. Y se calentó, y ahora cuando me vuelva a escuchar, se va a volver a calentar”.
Dicho y hecho. En una nota con Carburando, Silva desmintió que, como premio consuelo, se haya llevado el camperón del Flaco. “Traverso es Traverso y lo que dice él parece que es Dios. Él creó un montón de fábulas de eso. Lo de la campera fue mentira. La campera me la regala Traverso a mi por mi cumpleaños. No era el cumpleaños de mi papá ni nada de la fábula que creó Traverso“, recalcó el Pato.
Menos conocido es Hugo “Chaira” Redolfi, que en su historial tiene el honor de haber ganado una final en el Turismo Carretera. Fue en Trelew, en abril de 2001. Pero su nombre quedó prendido del imaginario tuerca argentino por el ingenio y una cabronada de Traverso en una carrera en Paraná.
Era noviembre de 1997. Todo lo desencadenó un toque del Chaira al Flaco en la serie. “Barrió toda la pista, hasta que se fue él. Encima queda atravesado en el medio. Ya sabemos. Evidentemente es un tipo sincero“, dijo Traverso, al bajarse del auto. “¿Por qué ‘sincero’?”, le preguntó el cronista. “Porque tiene cara y es boludo”, remató el piloto. Por salidas como esas, Miguel Ángel Guerra lo comparó con Landriscina y José Manuel Urcera dijo que fue “el Maradona del automovilismo”.
Traverso también protagonizó disputas años antes con Carlos Pairetti, expiloto y presidente de la ACTC. El arrecifeño supo ser campeón del TC en 1968 con el Trueno Naranja, pero también manejó una Liebre de Torino, el auto con el que el Flaco debutó en el Turismo Carretera en 1971.
La pelea entre ambos fue a mediados de 2001, por diferencias sobre el destino profesional de Norberto Fontana, con quien ambos tenían relación. Pairetti, que era amigo de Traverso, lo tildó de traidor, y el de Ramallo contestó con fuertes acusaciones públicas.
Estuvieron distanciados casi veinte años. Recién se reencontraron en 2019, durante un evento organizado por la Asociación Argentina de Volantes para homenajear a Pairetti. El arrecifeño murió en 2022.
