El piloto mexicano, Sergio Pérez, terminó en quinto puesto el Gran Premio de Miami que se celebró la tarde de este domingo luego de una carrera difícil en la que hasta tuvo que aparecer el Safety Car, que cambió el rumbo de las acciones.
Checo atribuyó la falta de ritmo de su RB20 tanto a la dificultad que tuvo de poner en temperatura el compuesto medio para el stint final de este Gran Premio, además, tuvo problemas con el balance del monoplaza que intentaron pero no pudieron resolver.
«Hemos tenido un buen fin de semana hasta hoy, hemos estado en la pelea en la clasificación para la sprint, en la sprint, en la calificación ayer, siempre estuvimos muy cerca pero hoy no tuvimos el ritmo suficiente para rebasar y, como íbamos detrás del tráfico se sobrecalentaban los neumáticos», comentó Pérez.
La modificación con la que trataron de cambiar el rumbo de la carrera no funcionó: «Tardé mucho en poner el neumático medio en temperatura, creo que teníamos un balance en el auto desde el inicio que no pudimos corregir, intentábamos mucho con el diferencial y era muy agresivo, eso nos perjudicó».
