La guerra sucia de Enrique Galindo

Las campañas para la alcaldía de San Luis Potosí iniciaron con fuerza. En realidad, sólo dos candidatos se disputan la presidencia municipal: Enrique Galindo y Sonia Mendoza. Desde el inicio del proceso a la reelección, el abanderado de Fuerza y Corazón por México no ha dejado de señalar con insistencia que es puntero en las encuestas.

Ese lugar, en caso de ser cierto, debería darle una tranquilidad que no exhibe por ninguna parte. Por eso se vuelve más significativo la importancia que le concede a lo que llama “guerra sucia” en su contra. Si verdaderamente fuera el primero no debería de alterarle como le altera esa supuesta guerra sucia.

Dos hechos en los últimos días son elocuentes: la denuncia hace tres días en su cuenta de Facebook de que “en redes sociales está circulando un video FALSO donde aparentemente sale mi imagen y supuestamente mi voz, porque está generado con inteligencia artificial. NO SOY YO”.

A continuación conjetura que “es una clara estrategia de guerra sucia orquestada por la oposición que busca atacarme a mí, pero sobre todo la limpieza y la tranquilidad de la contienda electoral porque vamos ganando”. El mensaje se antoja contradictorio. Por un lado, se molesta por un video falso en su contra y por otro lo atribuye a la guerra sucia.

Galindo señala interesadamente a la oposición como responsable del video, pero apela a la “limpieza y tranquilidad de la contienda electoral”. Galindo tira la piedra y esconde la mano porque lo que en realidad hace es invitar a la polarización pretextando unos ataques que sitúa en la oposición. “Limpieza y tranquilidad” parece que están ausentes de su campaña, de otro modo no se habría molestado en enviar un mensaje mal redactado, que evidentemente invita a un conflicto que de momento no existe por ninguna parte.

            El puntero juega a victimizarse. Eso explica que haya presentado una denuncia en la Fiscalía General del Estado de San Luis “para que se investigue el primer caso en el que se usa la inteligencia artificial para atacar a un candidato en campaña activa”.

En todo caso, es la primera vez que se presenta una denuncia en la Fiscalía General del Estado porque videos realizados con inteligencia artificial atacando a candidatos hay muchos. Hay que subrayar la manipulación de ideas y hechos dirigidos a esa victimización que no hace sino incidir en la confrontación social. Por donde se le mire, se trata de un mensaje desafortunado que expresa lo que no se atreve a expresar abiertamente. Retorcer así el lenguaje es también entrar en una guerra sucia afectando la percepción de los ciudadanos con objeto de manipular las preferencias electorales. No podían faltar desde luego unas líneas dirigidas a destacar su autoridad moral: “No vamos a permitir que se atente contra la democracia”.

En primer lugar, Galindo no es dueño de la democracia, sino el pueblo en su conjunto. Apropiarse de esa manera de la democracia es lo habitual en un discurso populista y el populismo ni siquiera es la última estrategia de un verdadero demócrata.

            La redacción de estas denuncias de guerra contra Galindo exhiben que no hay tal guerra sucia, sino solo un pretexto debidamente manipulado en que se presenta como víctima, autoridad moral que no tiene y dueño ridículo de la democracia que es de todos los potosinos. Un candidato puntero no utiliza la demagogia y la polarización porque no las necesita, en consecuencia todo indica que no es el puntero.