Netanyahu califica de “antisemitas” las protestas a favor de Palestina en universidades de EE.UU.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que los incidentes antisemitas suelen preceder a “conflictos más grandes”

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó este miércoles las protestas estudiantiles propalestinas que se han extendido por los campus universitarios de Estados Unidos, que calificó de horrendas y antisemitas.

Lo que está sucediendo en los campus de EE.UU. es horrendo. Turbas antisemitas se han apoderado de las principales universidades”, dijo el mandatario en un mensaje en vídeo grabado en inglés.

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Desde hace días, algunas de las grandes universidades estadounidenses, como Columbia, en Nueva York, Berkeley, en California, o Yale, en Connecticut, son escenario de protestas y sentadas con carpas en las que se pide sobre todo un cambio de rumbo en la política de Washington hacia Israel.

Netanyahu dijo que las manifestaciones recuerdan “a lo que sucedió en las universidades alemanas en la década de 1930”.

“Vemos este aumento exponencial del antisemitismo a través de EE.UU. y a través de las sociedades occidentales, mientras Israel trata de defenderse de terroristas genocidas, terroristas genocidas que se esconden tras civiles”, aseguró el mandatario.

Netanyahu avisó además de que los incidentes antisemitas suelen preceder a “conflictos más grandes que envuelven todo el mundo”.

Al menos 34.200 personas han muerto y más de 77.000 han resultado heridas en la ofensiva militar israelí en Gaza, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre que dejaron unos 1.200 muertos en suelo israelí, además de 253 secuestrados.

Unos dos tercios de los muertos en el enclave palestino son mujeres y niños, según las autoridades gazatíes.

La Universidad de Columbia, epicentro de las protestas en los campus, llegó anoche a un acuerdo de última hora con los activistas para limitar el alcance de sus protestas.

Este acuerdo, que evitó un desmantelamiento policial en la medianoche de ayer, da a los acampados 48 horas para limitar su protesta según ciertos términos: reducir el número de carpas, expulsar a los activistas ajenos a la universidad, prohibir “el lenguaje discriminatorio” y cumplir las consignas policiales sobre la seguridad.

De este modo se protege el derecho a la libre expresión y se responde al mismo tiempo a las quejas sobre la falta de seguridad que suponían la presencia y actividad de decenas de carpas en mitad del campus principal, o sobre los comportamientos supuestamente antisemitas de algunos de los acampados para con otros estudiantes de confesión judía.