Es crucial no quitar el tallo de las fresas antes de lavarlas y desinfectarlas
Las fresas, esas deliciosas perlas rojas cargadas de beneficios para la salud, merecen un cuidado especial al momento de prepararlas para su consumo. Sin embargo, uno de los errores más comunes al limpiarlas podría tener consecuencias no deseadas tanto para la salud como para el sabor y la textura de este apreciado fruto.
¿Por qué no debes quitar el tallo antes de lavar las fresas?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las fresas, al igual que otros productos agrícolas, pueden albergar gérmenes perjudiciales como Salmonella, E. coli y Listeria. Por lo que una desinfección adecuada es fundamental para garantizar su seguridad antes de comerlas.
El tallo, la parte más sucia de la fresa
Uno de los primeros pasos que suelen dar las personas al limpiar las fresas es quitarles el tallo, también conocido como “corona”. Sin embargo, este componente, aunque esencial para el crecimiento y desarrollo de la fruta, es la parte que más suciedad y parásitos puede contener.
Según el portal de noticias ambientales “Environment”, al retirar el tallo antes de lavar la fresa, se corre el riesgo de que las bacterias presentes en esta parte migren hacia el interior del fruto, lo que podría resultar en contaminación y afectar negativamente su seguridad alimentaria.
Contaminación cruzada: otro peligro a evitar
La Fundación San Rafael advierte sobre el riesgo de contaminación cruzada. Al cortar el tallo, cualquier microorganismo presente puede adherirse al cuchillo, contaminándolo. Si este mismo cuchillo se utiliza para cortar otros ingredientes, se propaga la contaminación a estos también.
¿Cómo lavar las fresas correctamente?
Para disfrutar de tus fresas de manera segura y deliciosa, sigue estos pasos recomendados:
- Coloca las fresas en un colador amplio y lávalas debajo del chorro de agua.
- Enjuágalas minuciosamente para eliminar cualquier residuo.
- Añade desinfectante especializado o una cucharadita de vinagre al agua.
- Escurre las fresas.
- Corta el tallo.
- Consúmelas lo antes posible para disfrutar de su frescura y sabor óptimos.
