Las personas que sobreviven a un largo y angustioso episodio de COVID-19 no salen ilesas de su enfermedad, advierte un estudio reciente.
Dos tercios de los pacientes con COVID grave siguen teniendo problemas físicos, psiquiátricos y de pensamiento un año después de la enfermedad, informan unos investigadores.
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El informe resalta el dilema actual al que se enfrentan “millones de supervivientes de la enfermedad más grave y prolongada de la COVID en todo el mundo”, señaló el investigador principal, el Dr. Anil Makam, profesor asociado de medicina de la Universidad de California, en San Francisco.
En el informe, los investigadores estudiaron a 156 personas que sufrieron infecciones por COVID tan graves que necesitaron ser trasladadas a hospitales de cuidados agudos a largo plazo. Su edad promedio era de 65 años, y la mayoría dijo que había estado sano antes de la COVID.
Los pacientes estaban abrumadoramente agradecidos de haber sobrevivido, y con frecuencia describieron su supervivencia como un “milagro”, dijeron los investigadores.
Pero su recuperación ha tardado mucho más de lo esperado, añadieron.
La mayoría de esos pacientes requirieron ventilación mecánica para sobrevivir a la COVID, y estos hospitales se especializan en desconectar de los respiradores y en proporcionar rehabilitación, señalaron los investigadores.
Entre los participantes, el 64% informó haber tenido problemas de salud persistentes un año después de su enfermedad, incluidos síntomas físicos (57%), respiratorios (49%), psiquiátricos (24%) y cognitivos (15%).
Casi la mitad (un 47 por ciento) tenía más de un tipo de problema, y uno de cada cinco (un 19 por ciento) seguía necesitando oxígeno suplementario, muestran los resultados.