Se trata de una prueba que libraría a los supervivientes de esta enfermedad de un doloroso proceso clínico
Una nueva prueba de orina podría librar a los supervivientes de cáncer de vejiga de un doloroso procedimiento de seguimiento necesario para asegurarse de que su cáncer no haya regresado, informan unos investigadores.
Las personas que se han sometido a una cirugía para el cáncer de vejiga de alto riesgo requieren una cistoscopia, un procedimiento en el que se inserta una sonda flexible a través de la uretra hasta la vejiga, lo que permite a los médicos detectar signos de cáncer recurrente.
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“Sabemos que muchos pacientes realmente temen sus citas de cistoscopia, pero están preparados para llevarlas a cabo porque quieren estar seguros de que están libres del cáncer”, señaló el investigador , el Dr. Thomas Dreyer, del Equipo de Investigación del Cáncer de Vejiga del Hospital de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca.
Pero la nueva investigación muestra que un análisis de orina en busca de marcadores genéticos de cáncer de vejiga puede reducir a más de la mitad el número de cistoscopias necesarias para dar seguimiento a los pacientes de alto riesgo. Solo el 44 por ciento de los pacientes que se sometieron al análisis de orina necesitaron una cistoscopia, en comparación con casi el 100 por ciento de los pacientes que recibieron el tratamiento estándar.
El ensayo también produjo pruebas sólidas de que el análisis de orina puede detectar el cáncer recurrente antes que una cistoscopia. Para más de la mitad de los pacientes que parecieron tener un “falso positivo” (en el que la prueba de orina encontró evidencia genética de cáncer, pero una cistoscopia de seguimiento fue clara), los investigadores encontraron más tarde que su cáncer había regresado.
“Si se les diera la opción de proporcionar una muestra de orina en lugar de someterse a un procedimiento médico incómodo, la mayoría elegiría eso, siempre y cuando estuvieran seguros de que era igual de efectivo”, dijo Dreyer. El ensayo clínico incluyó la prueba Xpert Bladder Cancer Monitor, que busca cinco marcadores genéticos del cáncer de vejiga. El ensayo fue financiado por Cephied, la empresa que fabrica la prueba Xpert.
El estudio se llevó a cabo en Dinamarca, donde se recomienda que los pacientes con cáncer de vejiga de alto riesgo que se han sometido a una cirugía se sometan a una cistoscopia cada cuatro meses durante dos años. Los pacientes de alto riesgo con la forma más agresiva de cáncer de vejiga tienen entre un 60 y un 70 por ciento de probabilidades de que su cáncer regrese en un plazo de cinco años, señalaron los investigadores en las notas de respaldo.
Para el ensayo, los investigadores reclutaron a 313 pacientes daneses y asignaron al azar a la mitad de ellos para que recibieran solo una cistoscopia anual durante dos años. Para los otros chequeos regulares, estos pacientes proporcionaron una muestra de orina.
Todos los pacientes que recibieron un resultado positivo en su análisis de orina regresaron al hospital para una cistoscopia para detectar cáncer. La otra mitad continuó recibiendo las tres cistoscopias estándar al año. Los investigadores presentaron los primeros resultados prometedores en el Congreso de la Asociación Europea de Urología de este año, que tuvo lugar en París. Los resultados completos se esperan para el verano.
“Este ensayo nos muestra un medio posible para reducir las cistoscopias”, señaló en un comunicado de prensa de la reunión el Dr. Joost Boormans, profesor asociado de urología del Centro Médico de la Universidad de Erasmus en Róterdam, Países Bajos.