El misterio de un bólido detectado sobre el este peninsular hace unos días ya se ha resuelto. No se trataba ni de un misil ni de un satélite Starlink
Durante el pasado fin de semana, un objeto logró el asombro y la duda de quien observó o capturó el momento en el que un objeto no identificado pasaba por el este de la península en la noche del viernes 29 de marzo de 2024. El objeto fue visto volando sobre España y luego desapareciendo en el mar Mediterráneo alrededor de la medianoche. ¿Qué era? A partir de aquí comienzan a producirse diversas declaraciones contradictorias por parte de distintas entidades oficiales que solo aumentaron el misterio del paso del objeto sobre cielos españoles. Esta ha sido la hoja de ruta hasta la resolución del enigma acerca del objeto que cruzó ciudades como Girona y Barcelona..
Fase 1: ¿Misil balístico?
La Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (The Spanish Fireball and Meteorite Recovery Network-SPMN) del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), apuntó inicialmente en un análisis preliminar difundido en un tuit en la red social X, que el objeto detectado el 29 de marzo sobre el este de la península ibérica frente a la costa de Benicàssim y que fue oficialmente catalogado como SPMN290324ART, podía tratarse de un misil balístico proveniente de Francia, entre otras hipótesis que explicaban en el hilo de tuits. Esta inquietante sugerencia que causó preocupación entre los medios, se diluyó ante temores infundados.
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Sin embargo, el director general de la empresa privada española de cohetes PLD Space publicó que “de ninguna manera es un misil balístico. Como mucho, esto se debe a un satélite orbital que ha vuelto a entrar en ese punto. Por otro lado, nadie en su sano juicio lanzaría un misil balístico intercontinental (ICBM) sobre Europa”. (Este tipo de incidentes obligan a los Estados europeos a vigilar el espacio aéreo con especial atención, dadas las posibles amenazas que pueden surgir debido a conflictos y actividades militares).
Fase 2: ¿Satélite de Starlink?
Posteriormente, después de unos días, con la información de la velocidad y distancia recorrida por el objeto, hoy ya sabemos exactamente de qué se trata: el investigador Josep M. Trigo del ICE-CSIC descartó que dicho bólido fuese un misil, ni siquiera se asociaba con los restos de un cohete o incluso de un satélite Starlink de Elon Musk -como también se barajó-. Y es que, la cuenta oficial de la Fuerza Aérea Alemana reveló a través de la red social X, anteriormente Twitter, que el objeto era, en realidad, un satélite Starlink. Aunque las observaciones iniciales no fueron concluyentes, las sugerencias de que podría tratarse de un misil balístico fueron descartadas. “Según nuestro Centro de Conocimiento de la Situación Espacial, se trata de un reingreso de un satélite Starlink”, publicó la Fuerza Aérea Alemana tanto en alemán como en español.
Recordemos que SpaceX tiene actualmente 5.600 satélites operativos de banda ancha Starlink en órbita. Este pasado sábado 30 de marzo lanzó otros 23 a la órbita terrestre baja y desde que comenzaron los lanzamientos de los satélites de la compañía propiedad de Elon Musk desde 2019, se han puesto en órbita aproximadamente 12.000 y cada uno de ellos tiene una vida útil de aproximadamente cinco años. Las reentradas de satélites no son generalmente peligrosas, aunque es probable que la sensación inicial e inquietante de pensar que se trataba de un misil balístico es posible que se vuelvan más frecuentes. Según la Agencia Espacial Europea, hay sólo una posibilidad entre 100.000 millones de que un ser humano resulte herido por desechos espaciales. Sin embargo, este no es el fin de la historia acerca del misterio objeto que sobrevoló el Mediterráneo el fin de semana.
Fase 3: Bólido rozador
Llegamos al final del enigma. Ni un misil balístico, ni los restos de un cohete ni un satélite de Starlink en reentrada. La trayectoria del objeto, que fue captada en vídeo, duró casi un minuto, lo mismo que suele tardar la reentrada de un satélite, pero finalmente, nuevos análisis, llevados a cabo junto a Alberto Castellón, de la Unidad Asociada del Instituto de Astrofísica de Andalucía en la Universidad de Málaga, han concluido que se trataba de una reentrada de un objeto no artificial en órbita terrestre, un fragmento de asteroide que rozó la atmósfera antes de desintegrarse por completo: un bólido rozador que comenzó su trayectoria a 100 kilómetros sobre la superficie y finalizó su visibilidad 75 kilómetros después.