La policía danesa desmanteló este sábado los puestos de venta libre de cannabis de Christiania, un barrio del centro de Copenhague que fue libertario y ‘hippie’ pero ahora está asociado a la violencia del narcotráfico.
En agosto los habitantes decidieron que una de las calles del barrio, llamada Pusher Street (calle de traficantes) y conocida por sus puestos de hachís, tenía que cerrarse después de un asesinato, el cuarto en tres años, que puso definitivamente fin a la imagen de comunidad pacífica de Christiania.
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Pusher Street “se deterioró convirtiéndose en un lugar muy poco agradable, los traficantes luchan entre sí y contra la gente, son violentos”, lamenta Hulda Mader, portavoz de los habitantes. La policía había destruido en varias ocasiones los puestos, pero luego resurgían. Lo hizo nuevamente este sábado.
“Vamos a quitar todas las tiendas de cannabis. Es nuestra primera tarea de la mañana. Luego nos aseguraremos de que la zona esté tranquila”, explica Simon Hansen, jefe de la policía de Copenhague.
Tanto los habitantes de Christiania como el alcalde de Copenhague y el ministro de Justicia materializarán el cierre levantando los adoquines que cubren la calle.