Los datos de 2017 a 2021 muestran que estos gastos aumentaron en aproximadamente un tercio para los hogares estadounidenses
El costo para las familias estadounidenses de cuidar a un niño con una afección de salud mental aumentó en casi un tercio entre 2017 y 2021, encuentra un informe reciente, a un promedio de 4,361 dólares al año.
En general, las familias estadounidenses gastaron un estimado de 31 mil millones de dólares en 2021 en servicios de salud mental infantil, que ahora representan casi la mitad (alrededor de un 47 por ciento) de todo el gasto médico infantil, encontró el informe.
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Los hallazgos “subrayan la gran carga financiera asociada con las afecciones de salud mental pediátrica en el sistema de atención de la salud de EE. UU.”, señaló un equipo dirigido por Theoren Loo. Trabaja para Brightline, una compañía de California enfocada en la atención virtual de la salud mental de los niños.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 11 de marzo de la revista revisada por pares JAMA Network Open.
Como anotaron los autores del estudio, “la prevalencia de las afecciones de salud mental pediátrica y la demanda de servicios de salud conductual están creciendo en EE. UU.”.
En 2021, el cirujano general de EE. UU., el Dr. Vivek Murthy , publicó un informe en el que describía “aumentos alarmantes en la prevalencia de ciertos problemas de salud mental” entre los niños.
En el estudio, el grupo de Loo rastreó los datos federales de 2017 a 2021 sobre el gasto médico de una muestra representativa de hogares estadounidenses.
Encontraron que los diagnósticos de afecciones de salud mental en niños de 5 a 17 años aumentaron en casi un 22 por ciento en esos cinco años.
En 2021, alrededor de uno de cada cuatro (un 25.9 por ciento) de niños estadounidenses fue diagnosticado con un problema de salud mental, es decir, más de 9 millones de niños en total, estimaron los investigadores.
El gasto de los hogares en servicios de salud mental infantil también aumentó en alrededor de un 31 por ciento, a un promedio de 4,361 dólares al año, reportó el grupo de Loo.
Un aumento en el gasto en la salud mental de un niño también se vinculó con un aumento promedio simultáneo de 2,337 dólares en los gastos médicos de otros miembros de la familia, anotaron los investigadores. Eso tiene sentido, dijeron, dado que “la mala salud mental entre los cuidadores se asocia con trastornos de salud mental infantil”.
“En general, las afecciones de salud mental pediátricas se asociaron con 31 mil millones de dólares en gastos infantiles” en 2021, concluyó el equipo, y 59 mil millones de dólares en gastos médicos generales de los hogares.
En cuanto a qué tipos de servicios de salud mental se están proveyendo, el equipo de Loo dijo que el dinero gastado en medicamentos psiquiátricos y visitas al consultorio médico podría estar justificado “si la atención es de alta calidad y se basa en evidencias”.
Sin embargo, en muchos casos, los niños no reciben tratamiento hasta que reciben una atención costosa en los departamentos de emergencia de los hospitales. Eso apunta a “la necesidad de una mejor atención” para los niños antes de que surjan las crisis, dijo el equipo de Loo.
