SEGUNDA PARTE
Si bien el PIB per cápita anual es de 10,000 dólares, el salario mínimo es de apenas 215 dólares al mes, lo que en términos anuales equivale a tan solo 2580 dólares, lo cual no es ni siquiera la tercera parte del ingreso per cápita anual, en México.
Las personas que perciben un salario mínimo no son pobres extremos. En caso de que este ingreso lo compartan con una persona más, serían solamente personas pobres de forma moderada o relativa, pero si las personas comparten un salario mínimo entre cuatro o cinco miembros de la familia se encontrarían ya en la pobreza extrema o absoluta.
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Los estimativos de la pobreza y la pobreza extrema en México siguen siendo controvertidos. Diferentes organizaciones internacionales, ONG y el mismo gobierno dan reportes contradictorios.
El Banco Mundial estima que menos del 2% de la población mexicana vive por debajo del umbral de pobreza internacional. Este umbral de pobreza está fijado en un dólar nominal por día. Cualquier persona que viva con menos de un dólar durante un día, es considerado como pobre extremo. Pero las cifras de la Secretaría de Desarrollo Social de México indican que al menos el 6% de la población, unas 7.4 millones de personas vivían en pobreza extrema y sufrían de inseguridad alimentaria.
En el 2017 por ejemplo, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social reportó que si bien la pobreza se había reducido en términos proporcionales respecto al número de habitantes a nivel nacional, el número absoluto de personas viviendo en pobreza en México se había incrementado durante los últimos años. Pero estas son las cifras de la pobreza en términos generales, la pobreza extrema tiene otra historia que luce mucho más sombría.
A diferencia del Banco Mundial que utiliza una medida monetaria para calcular la pobreza, el umbral de 1 dólar diario, el gobierno mexicano utiliza una medida cualitativa. Para el gobierno mexicano, una persona vive en pobreza extrema si al menos tres de sus seis derechos sociales básicos se ven incumplidos. Estos derechos son: educación básica, alimentación sana, vivienda, derechos de salud, servicios básicos de la vivienda y seguridad social. Adicionalmente, se puede indicar un grado de pobreza dependiendo de los ingresos….si una familia tiene ingresos menores a 1060 pesos en zonas rurales o 1477 pesos en zonas urbana.
La diferencia en estos números debe ayudar a que las instituciones que luchan contra la pobreza, los gobiernos y los organismos internacionales entiendan que la pobreza es mucho más que la simple carencia de un monto determinado de dinero cada día. La pobreza es una situación de carencia de derechos que mina la capacidad de las personas de contribuir a la sociedad y de utilizar de un modo eficiente sus recursos.
Uno de los graves problemas de la pobreza, en especial de la pobreza extrema, es que priva a las sociedades de los talentos y las potencialidades de toda su población. Quizás, el inventor del próximo desarrollo tecnológico en un país en vías de desarrollo es una persona pobre. Pero solo puede lograr esto con la oportunidad de ir a la universidad si el gobierno le brinda los medios para ello.
Si la pobreza extrema se reduce, la población se ve menos expuesta a enfermedades de tipo infeccioso o de otra índole, lo que reduce los costos de los sistemas de salud y hace que la población sea más productiva para la economía. Son múltiples los beneficios que toda la sociedad puede cosechar de la reducción de la pobreza. Lamentablemente los políticos muchas veces no se sientan a hacer esos cálculos y únicamente piensan en sus beneficios personales.
Según los datos gubernamentales, existen cinco grupos poblacionales grandes definidos por su nivel de ingresos. Entre estos encontramos a los pobres extremos: 7.6 por ciento, las personas en condición de pobreza moderada, aproximadamente 38 por ciento, las personas vulnerables por carencias sociales que representan 36.8 por ciento de la población, las personas vulnerables por ingresos, que son el 7 por ciento y las personas que no son ni pobres ni vulnerables, las cuales están conformadas por la clase media establecida y por los más ricos y que son el 22.6 por ciento de la población. De acuerdo a estas medidas, la pobreza afecta al 43% de la población, lo cual indica un alto grado de pobreza. Esto significa que gran parte del recurso humano de la sociedad mexicana se encuentra subutilizado.
Dentro de las consecuencias que podemos observar como resultado de la pobreza y la pobreza extrema en la población, es que esta tiende a tener mayores probabilidades de sufrir de ansiedad, estrés, inseguridad y baja autoestima, entre otras afecciones psicológicas. Del mismo modo, al tener una peor salud mental, también se ve mermada la salud general. Esto lleva a la población a ser propensa a enfermedades como la diabetes, la hipertensión, problemas cardiovasculares y malnutrición (bien sea por falta de alimentos o por una ingesta de alimentos que no son adecuados para la salud, que incluso pueden llevar al sobrepeso y la obesidad).
La pobreza puede conducir a lo que se conoce como las trampas de la pobreza. Y es que cuando la población es pobre, sus hijos tienden a dejar la escuela en mayor proporción que otros grupos poblacionales, lo cual limita sus capacidades futuras para mejorar su situación económica en empleos calificados.
En el mismo sentido, la falta de buena salud, puede hacer que las personas rindan menos en el trabajo, se tengan que ausentar más tiempo del empleo o no puedan dedicar tiempo suficiente a las actividades de capacitación que les permitan mejorar sus perspectivas laborales, mantenerse en el empleo o acceder a este. Esto se torna en un círculo vicioso en el que la pobreza genera enfermedad física o mental y falta de educación, lo que hace que las personas sean más pobres; por esto, a este tipo de condiciones se les denomina trampas de la pobreza.
Aunque se habían hecho avances en la reducción de la pobreza extrema en México, estos resultados han empeorado como consecuencia de la pandemia del coronavirus; el número de personas en pobreza extrema era de 9, 310, 153 personas. Cifra que equivale al 7.4% de la población. Sin embargo, estos datos no tienen en cuenta el nivel de afectación a la economía generado por la pandemia. Se estima que le PIB cayó en el 2020 en 8.5%, según datos de El Economista, lo cual tiene a su vez serias repercusiones para las cifras de pobreza extrema, en donde el número de personas pudo haber ascendido fácilmente a más de las 10 millones de personas durante la pandemia.