Patrick Mahomes enfrentó más obstáculos que nunca como titular de los Kansas City Chiefs esta temporada, pero el resultado fue el mismo que el año pasado y en la temporada 2019-20: un Super Bowl y un premio al MVP del Super Bowl.
El mariscal de campo de los Chiefs se llevó a casa el tercer premio MVP del Super Bowl de su carrera el domingo después de una actuación heroica en el Super Bowl LVIII, una victoria de los Chiefs por 25-22 sobre los 49ers de San Francisco en tiempo extra.
Mahomes terminó el juego completando 34 de 46 para 333 yardas (7.2 yardas por intento), dos touchdowns y una intercepción, y también lideró a los Chiefs en acarreos con 66 yardas en nueve acarreos. Logró el puntaje ganador al final del primer período de tiempo extra con un touchdown de tres yardas a Mecole Hardman.
A sus 28 años, el currículum de Mahomes incluye ahora tres títulos, tres premios MVP del Super Bowl, dos premios MVP, un premio al Jugador Ofensivo del Año y seis selecciones al Pro Bowl en seis años como titular.
La victoria del domingo eleva la racha de los Chiefs con él bajo el centro a territorio de dinastía, y lo coloca oficialmente en un aire enrarecido entre los mejores mariscales de campo del juego. Sólo Tom Brady y Joe Montana también han ganado dos MVP y tres MVP del Super Bowl.
«Es el comienzo de [una dinastía], pero aún no hemos terminado», dijo Mahomes después del partido.
Parece fácil decir que los Chiefs eran inevitables ahora, pero eso abarataría lo que podría ser la actuación más impresionante de la carrera de Mahomes. Durante toda la temporada, los Chiefs parecieron estar en peligro de ver desmoronarse su época dorada. Mahomes estaba haciendo lo mejor que podía, pero estaba trabajando con posiblemente el peor grupo de receptores de su carrera.
