Algunos de los fieles llevan hasta 20 años entregando su danza como un ritual de ofrenda al Señor de Burgos
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El recorrido de los danzantes en la procesión que data desde 1826 para encaminar la figura del Señor del Saucito a su templo, es defendido por los fieles y en particular por los danzantes que abrazan la tradición de fe, cuidando que esta perduré y no se pierda con el tiempo, danzando en el recorrido cada año en marzo.
Luis Sustaita, quien representa a la Parroquia Señor de Burgos del Mezquite de Rancho Nuevo, compartió que lleva aproximadamente 20 años en la danza que nació de una tradición familiar que le inculcó su mamá y la cual profesionalizó hace 6 años.
“El motivo de danzar es la tradición y es el rescatar nuestras tradiciones” … “Yo tengo una aproximado de 20 años, siendo danzante, y pues si lo quiero seguir conservando y quiero seguir formando parte de esto”.
“Desde que era un niño aproximadamente desde los seis años fue cuando me empezó a gustar todo esto, mi mamá fue parte de un grupo de danzantes y fundamental para iniciar, mis hermanas danzaban. Desde ahí yo empecé más profesional hasta hace como seis años, comencé ya con maquillaje y caracterizaciones completas”, compartió el danzante.
Luis dijo que para él es un tradición de gran arraigo e importancia y que más allá de que el Señor del Saucito le ha cumplido sus peticiones, como fiel católico agradece siempre un día más de vida: “Yo como católico, para mí Dios lo es todo, sin él no tengo nada y tan solo con el estar aquí o estar despierto un día más, siento que ya es suficiente para agradecer”, expresó.
Por su parte Gustavo Rodríguez de la agrupación Danza a San Judas Tadeo en San Luis Potosí, dijo que llevan ya más de 10 años participando en el recorrido con los grupos de danza y que para ellos la tradición familiar se ha vuelto fundamental y un acto de devoción y fe que ofrecen al santo patrono de El Saucito.
“Las tradiciones vienen ya de mucho tiempo como la de la iglesia principal de El Saucito” … “Nosotros, nuestra familia, hemos participado en estos recorridos, la tradición ya va de muchos años porque de hecho tenemos tradición familiar como cinco o seis danzas y va desde diferentes etapas”, mencionó.
Algunos danzantes portan penachos de pluma natural de animales como el faisán, guacamaya o gallo, una semilla natural que suena como un cascabel, que cuelgan de sus tobilleras y el estandarte de 16 años de antigüedad con la imagen del Señor del Saucito; mientras les acompañan músicos para complementar su danza de fe y tradición.