El piloto de Andretti nunca se vio seriamente amenazado después de activar sus dos modos de ataque en la primera parte de la carrera, habiendo arrebatado el liderato a Vergne en el proceso.
Vergne fue capaz de mantener la segunda posición, esto a pesar de sufrir una grave falta de energía en las últimas vueltas, con Mitch Evans intentando un adelantamiento en la última vuelta que finalmente falló y lo dejó fuera del podio.
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Vergne mantuvo el liderato en el arranque desde la pole y abrió un pequeño hueco cuando Evans se vio obligado a ceder espacio a Sergio Sette Camara, que desde la cuarta posición de la parrilla había enviado su ERT por el interior en la primera curva.
Evans se mantuvo segundo, mientras que la pérdida de impulso de Sette Camara permitió a Dennis volver a la tercera posición tras una mala salida.
En la tercera vuelta, y en el momento más oportuno, Vergne activó por primera vez el modo ataque, perdiendo el liderato y situándose detrás de Evans y Dennis.
Evans cedió el liderato una vuelta más tarde, pero al reincorporarse tras su propia activación del Modo Ataque hizo contacto lateral con Vergne, cayendo a la tercera posición.
La pérdida de impulso de ambos permitió a Dennis abrir un pequeño hueco en cabeza y cuando el piloto de Andretti activó su Modo Ataque en la sexta vuelta, se reincorporó en segunda posición, por detrás de Vergne pero por delante de Evans.
