La última etapa del Rally Dakar 2024 era un mero trámite para certificar el cuarto trofeo Touareg de Carlos Sainz, quien a pesar de todas las adversidades y de todas las cosas que fueron sucediendo a lo largo de las dos semanas que duró la carrera más dura del mundo, cruzó la línea de meta en la costa del Mar Rojo en la primera posición. Sin embargo, antes de poder celebrar por todo lo alto el éxito de Audi, debía superar los 175 kilómetros cronometrados de la última especial, en la que todos se querían despedir de la mejor forma posible.
En la primera referencia, era Mattias Ekstrom el que consiguió marcar el mejor registro, con un crono doce segundos más rápido que el de Romain Dumas, mientras que el madrileño, ya sin la presión de un Sébastien Loeb que estuvo cerca de abandonar el día anterior, se colocaba a más de dos minutos de su compañero sueco.
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Poco después, en la marca del kilómetro 70, era Sébastien Loeb quien quería revertir su suerte, y se colocó en lo más alto, con un minuto y medio de ventaja respecto a su compatriota del equipo Rebellion Racing, al mismo tiempo que el madrileño simplemente se limitaba a acabar después de ir perdiendo poco a poco tiempo. Los ingenieros del equipo lo seguían a duras penas desde el lugar de la meta, en donde apenas había conexión, pero estaba claro que lo celebrarían por todo lo alto una vez que se cosechara esa gesta histórica.
