Prometen más fondos para la zona del sismo ante temores de enfermedades: Japón

El sismo de magnitud 7,6 que dejó 221 muertos y más de 20 desaparecidos.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, expresó estar «sin palabras» tras sobrevolar la zona de desastre en helicóptero durante su primera visita a la región norcentral de Noto desde los mortales sismos del 1 de enero. La preocupación por la propagación de enfermedades en los centros de evacuación se suma a la urgencia de la situación.

Tras el sismo de magnitud 7,6 que dejó 221 muertos y más de 20 desaparecidos, Kishida prometió mejorar las condiciones de vida de los evacuados y reconstruir sus hogares tan pronto como fuera posible. Actualmente, más de 20,000 personas se refugian en aproximadamente 400 gimnasios escolares y centros comunitarios.

Los daños en las carreteras complican las labores de recuperación, y a pesar de la llegada de suministros de ayuda a la mayoría de las áreas afectadas, cientos de personas en zonas aisladas reciben escaso apoyo. El riesgo de enfermedades es particularmente preocupante, especialmente entre los ancianos, que constituyen la mitad de la población en ciudades afectadas como Noto, Wajima y Suzu.

Kishida, vestido con un informe de manejo de emergencias, se comprometió a brindar apoyo a los evacuados y afrontar la crisis. También se reunió con el gobernador de Ishikawa, Hiroshi Hase, para abordar peticiones clave, incluyendo financiamiento para la reconstrucción y préstamos de emergencia.

Aunque el gobierno ha enfrentado críticas por una respuesta percibida como lenta, Kishida anunció planes para un segundo fondo de alivio de 100,000 millones de yenes y duplicar los fondos del presupuesto de 2024 a 1 billón de yenes para fortalecer el financiamiento de la reconstrucción.

La visita del primer ministro incluyó la inspección de un centro de evacuación en Wajima, donde se discutió sobre los riesgos de enfermedades infecciosas. Se ofreció alojamiento gratuito en hoteles y apartamentos para aliviar las preocupaciones inmediatas, aunque muchos evacuados se resisten a dejar sus hogares destruidos.

Ante las preocupaciones de salud y la necesidad de apoyo continuo, Kishida se comprometió a tomar medidas concretas para restaurar la normalidad en la vida de los afectados y mitigar los riesgos de enfermedades en los centros de evacuación.