La escudería de Faenza, que pronto será rebautizada con un nuevo nombre, empezó la temporada pasada con el pie izquierdo, con un coche que dejaba a sus pilotos batallando regularmente en la parte baja del pelotón.
Pero un impresionante esfuerzo por enderezar el rumbo, que incluyó una importante renovación aerodinámica y el cambio a la suspensión trasera de Red Bull a partir del Gran Premio de Singapur, ayudó al equipo a puntuar con regularidad y acabar octavo en el campeonato de constructores.
Más allá de los planes para forjar una alianza cada vez más estrecha con el equipo hermano Red Bull y tomar más componentes entre los permitidos como cliente para este año, el director técnico, Jody Egginton, ha sugerido que el equipo puede disfrutar de más ganancias sin requerir el enfoque intenso que caracterizó a 2023.
«Queremos mantener esta trayectoria de progreso en la que hemos estado en la segunda mitad del año», dijo a Motorsport.com.
«El objetivo es lograr algo similar a lo que hicimos en 2020 a 2021. Hemos estado allí antes, lo hemos hecho, y solo necesitamos un invierno sólido y arrancar bien el año»
«Entonces nuestra temporada puede ser un poco… no fácil, nunca es fácil, pero un poco más progresiva. Y podremos desarrollar el coche de una forma un poco más estructurada».
