- Se trata de los resultados de un trabajo realizado durante ensayos clínicos, que indicaron que esta sustancia podría ser clave en los tratamientos psicooncológicos
La psilocibina, el ingrediente psicoactivo de los “hongos alucinógenos”, que durante mucho tiempo se ha restringido a las drogas recreativas, ha estado haciendo incursiones recientemente como un antidepresivo legítimo (y de acción rápida).
Una investigación publicada el 18 de diciembre en la revista Cancer muestra que sus beneficios podrían extenderse a las personas que luchan contra el cáncer, que a menudo experimentan la carga adicional de la depresión.
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“Como oncólogo durante muchos años, experimenté la frustración de no poder ofrecer una atención oncológica que tratara a la persona en su totalidad, no solo al tumor”, señaló el autor principal del estudio, el Dr. Manish Agrawal.
“Este fue un estudio pequeño y abierto, y se necesita más investigación, pero el potencial es significativo y podría tener implicaciones para ayudar a millones de pacientes con cáncer que también luchan contra el impacto psicológico grave de la enfermedad”, añadió en un comunicado de prensa de la revista.
Agrawal es director ejecutivo de Sunstone Therapies, con sede en Rockland, Maryland, que financió el ensayo de fase 2.
En el ensayo, 30 personas con cáncer que experimentaban depresión de moderada a grave recibieron una dosis única de 25 miligramos de psilocibina sintetizada. También recibieron sesiones individuales con un terapeuta y sesiones de terapia grupal antes, durante y después del tratamiento.
La clave de los resultados de los pacientes fue el hecho de que las personas se prepararon para el tratamiento de antemano y luego recibieron la terapia en estos grupos pequeños de tres a cuatro personas, dijeron los investigadores.
Compartir la experiencia general pareció ayudar, dijeron la mayoría de los participantes.
Ocho semanas después del tratamiento, las puntuaciones promedio de depresión en las pruebas estándar se redujeron a niveles lo suficientemente bajos como para sugerir que la mayoría de los participantes ya no estaban deprimidos, reportaron los investigadores.
La mitad de los participantes estaban en remisión completa de su depresión dentro de una semana de su terapia, y el beneficio se mantuvo durante ocho semanas de seguimiento para el 80% de los pacientes.
Por lo general, los efectos secundarios fueron leves e incluyeron náuseas y dolor de cabeza, señalaron los investigadores.
Un segundo estudio realizado por el mismo equipo buscó reunir las opiniones de los pacientes sobre la terapia.
La mayoría fueron muy positivos, y las personas dijeron que cualquier temor inicial que pudieran haber tenido sobre tomar psilocibina se alivió al participar en la terapia en grupo. Muchos hablaron de la “unión” de la experiencia como algo positivo, dijeron los investigadores.
“Como hematólogo, médico e investigador de cuidados paliativos, fue profundamente conmovedor y alentador presenciar la magnitud de la mejoría de los participantes y la profundidad de su viaje de curación después de su participación en el ensayo”, dijo el autor principal del segundo estudio, el Dr. Yvan Beaussant.
“Los participantes expresaron abrumadoramente sentimientos positivos sobre su experiencia con la terapia asistida con psilocibina, al tiempo que enfatizaron la importancia del entorno estructurado y de apoyo en el que se llevó a cabo”, dijo Beaussant, que se especializa en oncología psicosocial y cuidados paliativos en el Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston.
Añadió en el comunicado de prensa de la revista que muchos pacientes “describieron un impacto transformador continuo en sus vidas y bienestar más de dos meses después de haber recibido psilocibina, sintiéndose mejor equipados para afrontar el cáncer y, para algunos, el final de la vida”.
Sin embargo, los autores del estudio enfatizaron que antes de que la psilocibina se convierta en parte de la práctica clínica estándar, se necesitan más estudios en grupos más grandes de pacientes.
También se necesita una investigación que incluya un grupo de “control”, para ver cómo se compara la psilocibina con otras formas de tratamiento de la depresión.
El estudio coincide con la apertura, en junio, del primer centro de servicio de psilocibina con licencia de Estados Unidos en Eugene, Oregón. The Associated Press informó en septiembre que tenía una lista de espera de más de 3.000 nombres, incluyendo personas con depresión, trastorno de estrés postraumático o temor al final de la vida.
Los votantes de Colorado aprobaron el año pasado una medida que permite el uso regulado de los hongos mágicos a partir de 2024, y California también tiene planes para que las autoridades de salud desarrollen directrices para el uso terapéutico, reportó AP.