Los elefantes se dan nombres entre sí en forma de sonidos retumbantes

  • Según los investigadores, los elefantes africanos de la sabana se llaman entre sí en forma de sonidos graves y retumbantes

Para los humanos, ponerle nombre a los animales es algo casi natural. Puede hacerse por la necesidad de organizarlos y darles una especie de identificador, o simplemente por cariño. Pero resulta que se ha descubierto que una especie animal se asigna nombres entre sí, un hallazgo revolucionario en el campo de la zoología.

Según los investigadores , los elefantes africanos de la sabana se llaman entre sí en forma de sonidos graves y retumbantes.

Los científicos que estudian a los elefantes en algunas de las reservas de elefantes de Kenia notaron que los animales parecían llamarse entre sí con nombres individuales, es decir, sonidos únicos y específicos de los individuos de sus grupos sociales.

Pero la indicación de que se trataba de un nombre provino de los destinatarios que respondieron en consecuencia a la llamada.

Para el estudio, los investigadores registraron llamadas de elefantes en dos áreas de Kenia: 527 sonidos en el ecosistema de Samburu en el norte y 98 llamadas en el Parque Nacional Amboseli en el sur.

Para determinar qué vocalizaciones eran específicas de un individuo, el equipo destacó qué miembros de grupos de hembras de elefantes y sus crías se habían separado de su manada cuando se producía un sonido o a quienes se acercaban cuando se hacía la llamada.

Al final, los científicos identificaron ruidos específicos de 119 personas.

Si bien los retumbos del elefante pueden sonar similares al escucharlos por primera vez, los investigadores han entrenado una IA para distinguir las diferencias sutiles en cada vocalización. Hasta el momento, han identificado correctamente a los destinatarios del 20,3% de las 625 llamadas registradas.

Curiosamente, las llamadas no eran sonidos genéricos dirigidos a madres o bebés, sino distintos al receptor. En los grupos, los sonidos de diferentes personas que llamaban al mismo receptor eran similares, creando un patrón más visible que el observado en mensajes simples entre una persona que llamaba y un receptor.

Más aún, los científicos descubrieron que los elefantes respondían con más fuerza a las grabaciones de llamadas originalmente dirigidas a ellos que a las llamadas dirigidas a otros elefantes, una reacción muy similar a la de un nombre.

Estos hallazgos pioneros convierten a los elefantes en los primeros animales no humanos en darse nombres entre sí. Y aunque a la investigación todavía le queda un largo camino por recorrer, los zoólogos están entusiasmados con los conocimientos que esto puede aportar en términos de comunicación animal.