EUA obliga a Tesla a revisar vehículos por “piloto automático” ante accidentes fatales

Unos dos millones de vehículos de Tesla en EEUU tendrán que pasar por talleres de la marca para actualizar su sistema de conducción asistida Autopilot con nuevas medidas de seguridad. El fabricante de coches eléctricos ha sido forzado a ello por el regulador de seguridad vial del país, que ha detectado riesgos que el sistema es un factor de riesgo de accidente tras analizar 956 siniestros en los que se ha visto involucrado, 17 de ellos con víctimas mortales.

Los vehículos afectados son todos los Tesla Model S vendidos desde 2012, los Model X desde 2016, los Model 3 desde 2017 y los Model Y desde 2020. Es decir, prácticamente todos los vehículos que Tesla ha fabricado desde su salida al mercado.

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El regulador de seguridad vial (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha llevado a cabo una investigación de más de dos años sobre los siniestros que han rodeado estos vehículos. Su conclusión es que el actual diseño de Autopilot provoca que el conductor no mantenga la atención necesaria en la carretera y “no esté preparado para intervenir en caso necesario”. 

Autopilot está siendo evaluado también por varios tribunales del país tras la denuncia de familiares de conductores fallecidos mientras lo utilizaban, que alegan que Tesla y Elon Musk exageraron sus capacidades y ocultaron sus fallos. La medida de la NHTSA, que se ha conocido a través de una carta del organismo a Tesla, incide en la denuncia que los familiares de fallecidos han elevado en los juicios contra la marca y el magnate.

En uno de los juicios la familia del conductor fallecido ha llamado como testigos a varios ingenieros que trabajaron en el sistema Autopilot, que han declarado que “Tesla no proporcionó un sistema de advertencia adecuado a sus conductores sobre los peligros y limitaciones de la tecnología Autopilot”. Aseveraron además que la marca “hizo afirmaciones que exageraron sus capacidades reales” y que “no realizó las pruebas necesarias”, por lo que los accidentes relacionados con su uso eran “previsibles”.

Los ingenieros han revelado a su vez que solicitaron a Musk que no llamara al sistema “Autopilot”, ya que está lejos de ser un piloto automático, y que Tesla falsificó un vídeo promocional que lo hacía pasar por un sistema autónomo. Según sus declaraciones, Musk no escuchó sus quejas. 

El secretario de Transporte de EEUU manifestó en mayo que Tesla no debería dar ese nombre al sistema ya que sus coches no se conducen solos. En España Tesla cobra un extra de 7.500 euros por el modelo avanzado de Autopilot, que denomina “Capacidad de conducción autónoma total”.

Durante la investigación la NHTSA también ha detectado que los citados modelos de Tesla no informan correctamente de cuándo Autopilot está desconectado durante la conducción, lo que “puede aumentar el riesgo de accidente” por lo que ahora dos millones de coches tendrán que pasar a revisión sumados a los más de 350.000 que citó a talleres el pasado febrero para corregir otro problema de Autopilot que los hacía circular por encima de la velocidad de la vía.