- En general, cuanto más joven era una persona diagnosticada con enfermedad cardiaca, mayor era su riesgo de ser diagnosticada con demencia décadas más tarde
Cuidar la salud cardiaca cuando se es joven podría evitar que el cerebro sufra demencia décadas más tarde, confirma una investigación reciente.
Investigadores chinos analizaron datos de más de 450,000 británicos mayores. Encontraron que las personas que ya habían tenido una mala salud cardiovascular antes de llegar a los 45 años tenían un 25 por ciento más de probabilidades de desarrollar demencia, en comparación con las que tenían una mejor salud cardíaca.
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“Lo que más nos sorprendió fue la relación lineal entre la edad de inicio de la enfermedad cardiaca coronaria y la demencia”, dijo el autor principal del estudio, Fanfan Zheng.
“Esto muestra la enorme influencia perjudicial de la enfermedad coronaria prematura en la salud del cerebro”, añadió Zheng, investigador de la Academia China de Ciencias Médicas y del Colegio Médico de la Unión de Pekín, en Pekín.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 29 de noviembre de la revista Journal of the American Heart Association.
Los médicos saben desde hace mucho tiempo que el deterioro de la salud cardíaca puede representar una amenaza para el cerebro, con vínculos con una circulación cerebral más deficiente e incluso accidentes cerebrovasculares.
Pero, ¿importa el momento de la aparición de la enfermedad cardíaca?
Para averiguarlo, el grupo de Zheng analizó datos de la base de datos del Biobanco del Reino Unido. Analizaron los registros médicos de cientos de miles de británicos que tenían un promedio de edad de 57 años cuando se inscribieron en el Biobanco.
Alrededor de un 12 por ciento de los participantes ya habían sido diagnosticados con enfermedad cardiaca en el momento en que se inscribieron.
Luego, los investigadores rastrearon los casos de enfermedad cardiaca y demencia de nueva aparición durante un periodo de 13 años.
El grupo de Zheng encontró un fuerte aumento general en el riesgo (un 36 por ciento) de demencia en las personas que tenían una enfermedad cardiaca, en comparación con las que estaban sanas para el corazón.
La enfermedad cardiaca aumentó las probabilidades de demencia vascular (vinculada con un flujo sanguíneo cerebral restringido) en un 78 por ciento, pero también aumentó las probabilidades de Alzheimer en un 13 por ciento, encontró el equipo.
Si la enfermedad cardiaca se diagnosticaba relativamente temprano en la vida (a los 45 años o antes), el riesgo de demencia aumentaba más tarde en un 25 por ciento, encontraron los investigadores.
La enfermedad cardiaca de inicio temprano también se vinculó con un riesgo un 29 por ciento más alto de enfermedad de Alzheimer y un aumento del 22 por ciento en el riesgo de demencia vascular.
En general, cuanto más joven era una persona diagnosticada con enfermedad cardiaca, mayor era su riesgo de ser diagnosticada con demencia décadas más tarde.
Este fue un estudio observacional que analizó datos anteriores, por lo que no pudo probar causalidad.
Pero “a medida que más personas vivan más tiempo y sean diagnosticadas con enfermedad cardiaca coronaria a una edad más temprana, es probable que haya un gran aumento en el número de personas que viven con demencia en los próximos años”, planteó Zheng en un comunicado de prensa de la revista.
“Los profesionales de la salud deben estar al tanto de las personas diagnosticadas con enfermedad coronaria a una edad temprana”.