La recta final de la temporada 2023 de la NFL se asoma y aunque en algunos quarterbacks las lesiones comienzan a cobrarles factura, la realidad es que, desde la primera semana el hospital abrió sus puertas para los mariscales.Han sido ocho quarterbacks los que han pisado el quirófano y que han complicado la
clasificación de sus equipos a la postemporada.
Apenas en la primera semana, Aaron Rodgers se despidió de la temporada en su debut con los Jets de Nueva York, luego de que se rompiera el tendón de Aquiles. Una noticia que enmudeció a los aficionados, pues estos tenían altas expectativas de su desempeño con su nuevo equipo.
En un partido contra Green Bay, Kirk Cousins quiso evitar la captura y dio un paso en falso que le provocó un desgarro en el talón de Aquiles. La mente maestra de los Vikings de Minnesota fue sometido a operación, resignandose a perder el campeonato.
Luego de seis juegos, Daniel Jones se despidió tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, provocando una sensible baja para los Giants de Nueva York, de la cual no se han podido recuperar.
Joe Burrow era otro de los mariscales favoritos al Super Bowl, sin embargo, por lo menos este año no llegará a la fiesta grande, pues una lesión en la muñeca lo alejó de los emparrillados en los próximos meses con los Cincinnati Bengals.
La mala suerte regresó con Deshaun Watson de los Browns de Cleveland, luego de que le detectaron un esguince en la parte alta del tobillo izquierdo y una fractura en su hombro derecho, esta última ya lo había alejado de los emparrillados.
