- Al igual que el amigurumi, sus piezas tienen una calidad suave y linda
Es fácil confundir una de las creaciones de Marianne Seiman con un pedazo de naturaleza de la vida real. La artista afincada en Estonia elabora flora y hongos increíblemente realistas en ganchillo, sin escatimar en detalles en su trabajo. Desde hongos de lunares hasta enredaderas salpicadas de flores, estas piezas táctiles son tan impresionantes como atractivas al tacto.
Seiman aprendió a hacer ganchillo cuando era niña, pero no se dedicó a ello hasta que se mudó al campo a los veintitantos años. Durante este tiempo, practicó muchos oficios diferentes, como tejer, fieltro, coser y joyería de arcilla polimérica.
En última instancia, sintió que el ganchillo era el mejor medio para su arte y fácil de llevar con ella mientras cuidaba de sus hijos.
Al igual que los amigurumi, las obras de Seiman tienen una linda calidad. La textura gruesa del ganchillo hace que estas plantas de imitación parezcan suaves al tacto, imbuyendo el arte de una calidad caprichosa. «Poco después de unirme a Instagram, me enteré y me uní a #the100dayproject», dice.
«En los primeros años, solo hacía broches de ganchillo. Pero en 2020, reduje el tema e hice 100 días de setas de ganchillo. Al año siguiente, todo giró en torno a la vida marina y en 2022 fue a las flores de ganchillo. Después de completar 100 días de hacer flores, seguí adelante. Las flores se hicieron más grandes, también empecé a usar alambre en mis obras y realmente profundicé en el tema».
